cindy crawford
@cindycrawford

Felicidad en estado puro

Las personas más felices tienen en común estos comportamientos diarios fáciles de aplicar

¿Te has preguntado alguna vez qué puedes hacer para ser feliz? No existe una receta secreta para la felicidad, pero si la hubiera, estos comportamientos diarios serían sus ingredientes principales.

Todos aspiramos a sentirnos felices en nuestras vidas. Para muchos, esta es la única meta, la que se esconde detrás de todos los esfuerzos que hacemos en el día a día. Ser feliz es el gran objetivo, el gran desafío. Pero lo cierto es que algunos lo consiguen con más éxito que otros. A veces, incluso, sin esforzarse demasiado. ¿Cuál es, entonces, la clave de la felicidad?

Esta pregunta, tan compleja, se la dejo mejor a los filósofos. Porque lo cierto es que, por más debate que hay a su alrededor, cada uno encuentra una respuesta diferente. Y quizá todas sean correctas. Lo que sí te puedo asegurar es que, desde el punto de vista de la psicología, hay ciertos comportamientos que coinciden en todas aquellas personas que aseguran ser felices. Y como dice el refrán… El hábito hace al monje. Por eso voy a contarte cuáles son estos pequeños hábitos que, puestos en práctica en la vida diaria, pueden ayudarte a ser más feliz.

Hábitos para alcanzar la felicidad

Quizá lo primero que deberíamos hacer es dejar de ver la felicidad como un objetivo a alcanzar, y entender que se encuentra en todas partes. De hecho, tal y como explica Adhara Monzó, psicóloga y directora del Centro de Psicología Monzo, la mayoría de los comportamientos que realizan las personas felices son cosas sencillas que pueden introducirse sin dificultades en la vida diaria.

Así pues, no se trata de alcanzar grandes objetivos, sino de conquistar pequeños comportamientos. La felicidad no está en ese puesto de trabajo con el que sueñas, ni en esa casa que siempre has deseado. Ni en tener pareja o adquirir bienes materiales. La felicidad está en estos pequeños hábitos que te voy a presentar a continuación.

Se quieren…

Saber amar bien, de verdad y de forma sana es, probablemente, una de las grandes claves de la felicidad. Pero alcanzar este estado de amor saludable es una larga lucha que, en muchas ocasiones, debe lidiarse en terapia. Sin embargo, hay pequeños y sencillos hábitos que puedes poner en práctica para comenzar a escalar esta montaña.

El primero consiste en quererte a ti misma. Las personas felices se quieren. Aprenden a quererse. Y eso significa conocerte de verdad, aceptando tus virtudes y defectos, abrazándolos y comprendiendo que eres perfecta tal y como eres. No hace falta cambiarte nada.

Para alcanzar este estado de amor propio, además de vencer inseguridades y recorrer el camino del autoconocimiento, debes tratarte con cariño. Cuando quieres alguien, no le insultas, no le hablas mal, ni lo juzgas con dureza. Lo mismo debes hacer contigo misma. Cuando tengas el impulso de tratarte mal, cambia tu forma de pensar. Como comparte Monzó en el blog de su centro psicológico, para ser feliz, tratarse con cariño es algo básico.

Y quieren a los demás

Pero en este mundo no estamos solos, así que amarte a ti misma no es todo lo que debes hacer para ser feliz. Es una parte importante, pero está demostrado que las personas somos más felices cuando aprendemos a amar a los demás. Trata a aquellos que te rodean con cariño, con respeto y compasión, porque esta es la base de la felicidad.

Y no me refiero solo a tus amigos, familiares o a tu pareja. Me refiero a todas las personas con las que convives. No hay nada más reconfortante que sonreír a aquellas personas con las que nos cruzamos sabiendo que en esa sonrisa transmitimos nuestra energía positiva.

Sueñan a lo grande…

Otra característica que comparten en común las personas más felices del mundo es su capacidad de soñar. Porque en contra de lo que solemos pensar, que solo podemos ser felices desde un realismo que roza lo negativo, soñar es un hábito que hace felices a las personas.

Tener objetivos, metas y deseos por lo que lucha te llenará de motivación para seguir creciendo y mejorando. Por supuesto, debes fijarte objetivos realistas, para no caer en la frustración y en la insatisfacción. Pero dedicar cada día unos cinco minutos a pensar en tus sueños puede hacer que te sientas mucho más feliz en tu día a día.

Soñar
Canva

Y persiguen sus sueños

Esta actitud permite a las personas felices centrarse en su futuro, y no en su pasado. De esa forma, en lugar de lamentarse porque aquello que sucedió, se concentran en adquirir habilidades y en desarrollar estrategias para alcanzar aquello con lo que sueñan. Porque sí, otro hábito esencial para ser feliz es ser proactivo.

La proactividad es el único medio para alcanzar aquello que deseamos. Por eso, las personas felices se demuestran a sí mismas que tienen el control y la responsabilidad de su propia vida. Si empiezas a pensar y a actuar de esta forma, te darás cuenta de que nadie te va a regalar aquello con lo que sueñas. Eres tú quien debe trabajar día a día para conseguirlo.

Están bien acompañados…

Con la mente centrada en aquello que te hace feliz y el corazón lleno de amor, el siguiente paso para ser feliz es, sencillamente, estar bien rodeada. No hemos llegado a este mundo para estar solos, pero eso no quiere decir que debas permitir que te acompañen en tu vida personas que no te aportan nada bueno, que te hacen sentir insegura contigo misma o que no te tratan bien.

Por eso, las personas felices saben elegir su círculo de amigos con responsabilidad. Parece complicado, pero es tan sencillo como aplicar esta norma: si no te gusta la actitud de alguien, no quedes con esa persona. Ya está. Poner límite te permitirá construir relaciones saludables con personas positivas que comparten tus valores, tus aficiones o tus objetivos personales.

Pareja
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Y saben cuidar de su círculo

Ya sabes cuál es la clave para elegir buena compañía, pero para terminar de construir un círculo saludable a tu alrededor faltan algunos pequeños hábitos más. Uno de ellos es aprender a perdonar. Practicar el perdón con los demás y contigo misma te ayudará a ser más feliz. Y la razón es simple: el rencor y la felicidad son incompatibles. Esto no quiere decir que debas permitir que te traten mal, ni mucho menos. Pero si aplicas la primera regla y, además, aprendes a perdonar, estarás más cerca de tener una vida plena.

Para acabar, debes aprender a no culpar a los demás de tus problemas. Las personas felices están dispuestas a salir de su zona de confort, y para ello deben aprender a analizar las situaciones de forma realista, asumiendo siempre su parte de responsabilidad cuando la tienen. Aprender a no culpar a los demás te permitirá mejorar tus relaciones con los demás y te hará más feliz a la larga.

Son conscientes de su presente

Aunque tener sueños y metas en la vida es una de las claves para ser feliz, también es importante ser consciente de tu presente. Solo así, con una actitud realista y una perspectiva clara de tu situación actual, podrás construir un plan de acción que te permita conseguir esas metas.

Y para ello, debes aceptar que hay cosas que no se pueden cambiar. Un buen hábito para aprender a ser feliz es no malgastar el tiempo y la energía en aquello que está fuera de tu control. Debes conocer y aceptar tus límites y los de tu realidad, para no recrearte en aquello que no puedes cambiar.

Y dan gracias por lo que tienen

Pero ser consciente de tus limitaciones no debe impedirte dar las gracias por todo aquello que tienes. Por todo lo que has conseguido. Este es, probablemente, el hábito más poderoso que practican las personas felices. Si te sientes agradecida hacia ti misma, hacia los demás y hacia la vida en sí misma por todo lo que tienes en tu presente, conseguirás sentirte plena en todo momento, estando más cerca de la felicidad que nunca.