Si hay un truco maestro con el que siempre acertar en nuestras elecciones de color, bien sea para nuestros maquillajes diarios, una nueva coloración capilar e, incluso, en materia de moda, ese es, sin lugar a dudas, la colorimetría.
Descrita por los expertos como la ciencia que estudia los distintos rasgos cromáticos de cada persona (color de ojo, color de piel, tonalidad de cabello, entre otros aspectos) bajo la misión de construir una paleta de color infalible que favorezca y resalte las facciones naturales, la colorimetría se ha convertido hoy día en la herramienta favorita de los expertos en belleza.
La base en la que se sustenta esta técnica es fácil de entender. Como explica Rosa Roselló, directora de formación de Druni, “no todos los colores nos favorecen por igual, y eso se debe a nuestras características únicas. El objetivo de la colorimetría en belleza, precisamente, es identificar la paleta de colores que realza nuestros rasgos, haciéndonos lucir más radiantes, jóvenes y armoniosas”.
Eso sí, esta técnica no presenta una norma establecida, diferentes especialistas han encontrado su propia vía de asignación cromática, ofreciendo un batiburrillo de técnicas, trucos o recomendaciones a la hora de asignar una colorimetría determinada. Por ejemplo, una de las más destacadas y repetidas ha sido la conocida como ‘Método de las estaciones’.
Método de las estaciones o cómo saber qué colorimetría nos favorece más
Según afirma Pilar Vilas para Maybelline New York, el ‘Método de las estaciones’ es una manera muy intuitiva de etiquetarnos o asociarnos con una estación del año por la paleta de colores que nos sugiere. “Primavera, verano, otoño o invierno. Separamos dos estaciones de tonalidades frías: Verano e invierno. Y dos cálidas: otoño y primavera” apunta la experta.
Ahora bien, ¿cómo saber a cuál pertenecemos? Esta separación entre frío y cálido la solemos percibir por el subtono de nuestra piel, que generalmente y según explica Vilas, “puede ser cálido si tiene tonalidades doradas (venas verdes en la muñeca o nos favorece el oro más que la plata); subtono frío si, por el contrario, tenemos predominancia de rosas y rojos en la piel (venas azuladas); y neutro ni tenemos un subtono mixto que suele suceder con pieles oliváceas, que tienden al verde y que mezclan ambos subtonos.”
Para conocer en mayor detalle cada una de ellas y determinar, estación a estación, los colores que más nos favorecen, desde Listísima nos centraremos hoy en la estación invierno (así como en sus subestaciones). Detallaremos sus características, cómo saber si pertenecemos a ella, así como los colores (o, mejor dicho, colorimetría) que mejor sienta a este selecto grupo cromático.
Estación invierno: características que determinan esta colorimetría
Como hemos adelantado líneas atrás, cuando hablamos de colorimetría y, por ende, de sus estaciones, nos referimos a la paleta de colores que mejor complementa nuestros tonos naturales de piel, ojos y cabello.
Partiendo de esta base, en lo que refiere a las personas de ‘invierno’, Roselló apunta diferentes características por las que identificarlas: “la estación invierno se caracteriza por tonos fríos y contrastantes. Imagina la paleta de colores de una noche nevada: blancos puros, negros profundos, grises plateados, y azules intensos. Esta estación abarca a personas con pieles de subtono frío, que tienden a tener un brillo rosado o azulado, ojos oscuros o intensamente claros, y cabello oscuro o con matices cenizos”.
O lo que viene a ser lo mismo, si tienes piel clara o ligeramente olivácea, con subtono frío, ojos oscuros (como marrones o negros) o muy claros (azules o verdes intensos), y cabello oscuro, es probable que seas un ‘invierno’. Incluso, a la hora de categorizar a un ‘invierno’ un truco muy fácil es buscar qué famosos pertenecen a este grupo y ver si sus rasgos se asocian a los nuestros en algún momento. “Algunas celebrities que encajan perfectamente en esta estación son Megan Fox, Anne Hathaway, y Lucy Liu” explican desde Druni.
Cómo saber si eres un “invierno”
Si más allá de la teoría, en la práctica, no consigues identificar si, verdaderamente, formas parte de los ‘invierno’, Rosa Roselló apunta que, “la mejor manera de descubrir tu tipología de color es mediante un test de colorimetría, que puedes hacer con un profesional o en casa con algunos trucos sencillos.” De hecho, a la hora de determinar si formas parte de la estación fría, la experta de Druni propone varias vías facilísimas y muy rápidas como:
- Observa las venas de tu muñeca bajo la luz natural. Si parecen más azules o moradas, tu subtono es frío, una señal de que podrías pertenecer a la estación invierno en la colorimetría.
- Si las joyas plateadas te quedan mejor que las doradas, es otro indicio de que tienes un subtono frío.
- Si el contraste entre tu piel, ojos y cabello es marcado, los colores de invierno probablemente te favorecerán más que los tonos cálidos y suaves de otras estaciones.
Las subestaciones de invierno
Ahora bien, el ‘Método de las estaciones’ no acaba aquí. Si bien determinar nuestra estación agilizará porcentualmente nuestra colorimetría y, por ende, nos ayudará a descifrar con mayor agilidad nuestra paleta cromática favorable, esta teoría no acaba aquí. Como explica Pilar Vilas para Maybelline New York, “después se determina el contraste y la oscuridad o claridad de nuestra colorimetría, en función de si nuestro cabello es muy oscuro, claro o si se funde con nuestro tono de piel.”
A partir de ahí, podemos entrar en muchas subcategorías que, en esta teoría de las estaciones, son categorizadas como subestaciones. De hecho, para aquellas que forman parte de la estación ‘invierno’, existen importantes diferencias, según el brillo, intensidad o contraste de sus diferentes rasgos, diferenciándose tres subestaciones principales.
Invierno brillante
Esta subcategoría se caracteriza por un matiz frío que da forma a pieles claras, como marfil, porcelanas, así como pieles negras con subtonos fríos. El cabello, por normal, suele ser un cabello azabache o castaño muy oscuro (como un chocolate negro). Y en lo que refiere a la mirada, esta tiende al contraste, con ojos azules, verdes o avellana o completamente oscuros, que aportan esta brillantez por la que se titula esta subestación. Casos como el de Angelina Jolie, Katy Perry o Adriana Lima son un claro ejemplo de mujeres ‘invierno brillante’.
Invierno frío
Pieles medias que siguen siendo claras, como el beige, oliva o la piel oscura con matiz frío, constituyen esta categoría. Los ojos de las mujeres invierno serán, generalmente, oscuros, miel oscuro, amarronados, negros y en lo que refiere al cabello, cabellos oscuros también complementan esta tipología. Entre las celebridades que lideran en esta subcategoría encontramos a Anne Hathaway, Rihanna o Kim Kardashian.
Invierno oscuro (o profundo)
Inspirada en las noches de invierno más oscuras y gélidas, las mujeres invierno oscuro (o profundo) se distinguen por esquivar cualquier aporte cálido en su aspecto. Pieles brillantes y de matiz azul priorizan en esta categoría, así como melenas brillantes y oscuras, a juego de miradas más oscuras (como su propio nombre indica). ¿Algunos ejemplos? Celebridades como Amal Clooney, Kendall Jenner o Monica Bellucci, entre otras.
Qué colores me favorecen si soy estación de invierno
Una vez aprendidas las diferentes tipologías cromáticas y los detalles que envuelven a la estación fría de invierno, es el momento de determinar qué colores serán los más adecuados en los diferentes aspectos de la belleza. Según nos explica Rosa Roselló, a nivel genérico, “los colores que más favorecen a las chicas ‘invierno’ son los tonos fríos y profundos, como el negro, el azul marino, el gris, el blanco puro, y los colores joya, como el esmeralda o el fucsia”.
Eso sí, no todos valdrán para todos los aspectos de la belleza. Por ejemplo, a las personas estación invierno les suele favorecer maquillajes, como decimos, en tonos fríos y vibrantes que, como apunta Ana Sacristán Palos, directora de formación Vagheggi España, “además, se complementen con su cabello y ojos. Así pues, sombras de ojos en azul, verde esmeralda o plateado o labiales en rojo intenso y ciruela serán opciones fantásticas”.
En cuanto al cabello, la colorimetría de la persona es vital, ya que en los procesos de color es muy fácil que el cabello tienda a tonos cálidos que no a todas las personas les favorece, por ejemplo, según nos explica Adrián Pardo, expert hair colorist y Director de Adrián Pardo Hair Studio en Málaga, “una clienta invierno, no se va a ver favorecida con un rubio ceniza, ni con un rubio arena, ya que contrastará poco con su piel”. Lo ideal será, por ende, optar por platinos o una amplia gama de rubios fríos, incluso un color violín puede sentarle fenomenal.