Una buena salsa para acompañar un plato de pasta, de carne o de pescado te hace triunfar en cualquier cena con amigos. Por eso, vamos a repasar las salsas más conocidas y te vamos a contar algunos secretos para mejorarlas y hacerlas todavía más deliciosas. También queremos proponerte algunas guarniciones originales que sorprenderán a tus invitados y que son muy fáciles de preparar. Toma nota de nuestras propuestas y descubre las muchas posibilidades que tienen salsas tan populares como la salsa de tomate, el pesto, la carbonara o la mayonesa. Con algunas variaciones muy sencillas y añadiendo algunos ingredientes sorprendentes, tus salsas estarán de miedo.
1. Una salsa de tomate deliciosa
La salsa de tomate es un clásico que puede acompañar nuestros platos de pasta, unas albóndigas o hasta un arroz blanco. Cuando la prepares, prueba a añadir zanahoria al sofrito, además de la cebolla. De este modo, no necesitarás dar el toque de azúcar que rebaja la acidez del tomate. Si también incorporas orégano y albahaca, lograrás una salsa sabrosa y muy aromática. Utiliza esta salsa en estas recetas de pasta caseras, fáciles y deliciosas.
2. Un pesto casero muy sencillo
La salsa pesto es de las más sencillas de preparar y dará un toque único a tus platos de pasta. Machaca en un mortero un par de dientes de ajo con sal, un puñado de piñones y albahaca fresca cortada. Añade queso parmesano rallado y aceite de oliva. Puedes cambiar el queso parmesano por queso pecorino para darle un sabor especial. Si el mortero no es lo tuyo, utiliza una batidora o picadora eléctrica, el resultado será igual de bueno.
3. Una bechamel con más sabor
Si quieres que tu salsa bechamel quede más cremosa y tenga más sabor, antes de añadir la harina fríe cebolla muy picada. Cuando esté en su punto, añádele queso rallado y remueve hasta que se funda. Puedes utilizar el queso que más te guste, pero te aconsejamos un queso suave como el gouda.
4. Salsas más ligeras con yogur
El yogur es un ingrediente muy utilizado para preparar salsas ligeras y refrescantes. En este caso, el yogur va a servir para hacer más ligera una salsa mayonesa. Si tienes pensado acompañar un plato con mayonesa, mézclala con yogur natural desnatado a partes iguales. Quedará tan sabrosa como siempre pero mucho más ligera y digestible.
5. Albaricoques de guarnición
Acompaña tus platos de carne con una guarnición original y muy veraniega. Parte unos albaricoques en dados o en dos mitades y saltéalos en una sartén caliente con un poco de aceite. Riégalos con un chorrito de vino oloroso y salpimienta. Estarán deliciosos. También puedes probar con unas ciruelas, el resultado será igualmente muy sabroso.
6. Un toque único a tu carbonara
Si estás preparando una salsa carbonara con nata y quieres darle un toque especial, disuelve un poco de queso azul o gorgonzola. Potenciarás el sabor de tu salsa, que hará las delicias de los amantes de los quesos fuertes. Esta misma salsa con queso y pimienta verde es perfecta para acompañar unos escalopines.
7. Mayonesa con un plus de sabor
Tanto si preparas tú misma la mayonesa como si la compras ya hecha, te proponemos algunas variaciones originales y muy apetitosas. Añade a la salsa una cucharadita de curry en polvo y un chorrito de vino blanco y remueve hasta que quede todo bien integrado. Otra idea es añadir a la mayonesa un pimiento asado en trozos, tomate frito, la yema de un huevo cocido y un poco de perejil. Mézclalo todo con la batidora y déjalo enfriar en la nevera.
8. Una salsa para tus alcachofas
A la brasa, al horno, guisadas... Las alcachofas están riquísimas de cualquier manera, también acompañadas de una salsa pensada especialmente para ellas. Para prepararla, pon en el vaso de la batidora cuatro cucharadas de vinagre con un poco de sal, una cucharadita de mostaza de Dijon, un vaso pequeño de aceite de oliva, alcaparras, estragón, perejil y chalota picados. Bate y obtendrás una salsa para chuparte los dedos.
9. Mantener una salsa caliente
Si quieres preparar con antelación una salsa que se va a servir caliente, existe un truco para evitar que se enfríe. Introduce el recipiente que contiene la salsa, cubierto con film de cocina, dentro de un cazo con agua que debes mantener en el fuego a temperatura suave. De esta manera, mantendrás la salsa caliente hasta el momento de servirla.
10. Y de postre: nata montada
Antes de ponerte a montar nata, ten en cuenta algunos trucos que te ayudarán a que salga más firme y aguante montada más tiempo. Para que suba más rápido, mete en el congelador el cuenco donde vayas a montarla y la varillas cinco minutos antes de empezar. Mientras bates, coloca el cuenco dentro de un recipiente con hielo. Si quieres que quede más ligera y esponjosa, añade en el último momento una clara a punto de nieve. Incorpórala con movimientos suaves de abajo hacia arriba.