Hace tiempo que desterramos la idea de que el maquillaje debía cubrir cualquier mínimo rasgo de la cara (lunares y pecas, especialmente) y caímos en la cuenta de que no es necesario ocultar nuestra tez bajo capas y capas de base. De hecho, la tendencia actual del maquillaje natural impone rostros traslúcidos en los que, aunque el tono es uniforme, puede percibirse el rubor natural y hasta las imperfecciones y rasgos propios de cada cutis.
Por eso todas nos afanamos hoy en día en conseguir ese acabado natural de tendencia, como de segunda piel, que nos permita embellecer nuestra imagen sin recargar la tez de producto. Como comprobarás, la clave está en una adecuada preparación de la piel y un correcto mantenimiento en lo que a limpieza y tratamiento se refiere. ¡Maquillarse de forma favorecedora nunca había sido tan cómodo!
Claves de un maquillaje natural de día
Si entendemos el maquillaje, no como una herramienta para “tapar”, sino como un recurso para potenciar la belleza natural de nuestro rostro, comprenderemos la importancia de cuidar la piel cada día y mantener un ritual disciplinado. El objetivo ha de ser lograr un maquillaje radiante y luminoso que permita entrever la expresión facial de nuestros rasgos. Así puedes conseguir el ansiado efecto “no makeup” para tus looks.
Paso 1: la limpieza es esencial
La piel tiene que estar perfecta para que el maquillaje se perciba como inexistente y favorecedor. Por eso es esencial higienizarla con una limpiadora compatible con tu tipo de piel. Te permitirá eliminar la suciedad que se genera durante la noche, incluidos el sudor, el sebo y los restos de los cosméticos que te hayas aplicado.
Paso 2: hidratar la piel en profundidad
Todo maquillador profesional te dirá que es el paso fundamental para conseguir ese aspecto segunda piel que se busca en un maquillaje natural. La piel debe verse mullida, fresca y reluciente. Para ello es imprescindible dejar que la hidratante actúe el tiempo suficiente de forma que se integre bien con el cutis. Es decir, nada de prisas.
Paso 3: la protección solar
Aunque no influye directamente en el acabado natural del maquillaje, si impedirá que el sol haga de las suyas en tu rostro y te veas obligada en el futuro a buscar un acabado no tan natural y ligero para lidiar con manchas y arrugas profundas.
Paso 4: una prebase para que aguante
El truco para que un acabado tan ligero resista el paso de las horas, roces incluido, es aplicar antes de la base un poco de primer, a ser posible, con efecto corrector. Así lograrás atenuar poros dilatados, pequeñas imperfecciones, cambios de tono, etc.
Paso 5: usar una base de maquillaje de confianza
El tipo de base también condiciona el acabado de la piel y si quieres que sea natural, tienes que cerciorarte de que es fluida, ligera y de acabado traslúcido. Adicionalmente, no te vendrá mal este truco: mezcla tu base con unas gotas de crema hidratante para hacerla más ligera.
Paso 6: el corrector hay que usarlo con cabeza
Usar grandes cantidades de corrector es incompatible con conseguir un acabado natural en el maquillaje. Por eso la cantidad ha de ser mínima y con una aplicación estratégica. Nada de saturar el contorno del ojo y dejar un acabado tipo "oso panda".
Paso 7: el momento de un rubor sutil
Puesto que hablamos de dejar una tez ligera, lo lógico es que la cantidad de rubor que utilicemos sea mínima, así como que el tono elegido se mimetice con el nuestro natural. Un colorete en crema puede ser una buena idea ya que se funde muy bien con la piel y deja un acabado jugoso, como el que nos interesa.
Paso 8: toques de luz estratégicos
Tampoco conviene abusar del iluminador en este tipo de maquillajes. Basta con seleccionar los puntos estratégicos y aplicar la mínima cantidad: arco de la ceja, tabique nasal, arco de cupido y pómulo.
Por cierto, si piensas que los productos como los iluminadores son muy caros es por que no has visto estos 10 productos de maquillaje de Mercadona que parecen de lujo.
Paso 9: delineado invisible o tightlining marrón
Un truco para definir la mirada de una forma casi imperceptible es usar un lápiz marrón para marcar un delineado invisible o tightlining (el que se traza entre pestañas) en el párpado superior. El resultado será muy favorecedor, pero nada evidente. Si tienes los ojos pardos no te pierdas estos trucos de maquillaje para ojos marrones.
Paso 10: cuidar las cejas
En cuanto a las cejas, naturales, sí, pero peinadas. Por eso obviamos el paso de darles color (a no ser que haya huecos muy evidentes) y nos centramos en aplicar un gel para peinarlas y fijar la forma.
Paso 11: El toque de la máscara de pestañas
Por muy sutil que sea el maquillaje, no podemos olvidarnos de la máscara de pestañas porque su efecto sin duda marcará la diferencia. En este caso, se trata de usar un rímel ligero, que no tenga un efecto demasiado dramático ni deje grumos, para oscurecer la pestaña, darle forma y alargarla visualmente.
Paso 12: labios nude
Todo maquillaje natural requiere un labio con un tono lo más semejante posible al original. Si se trata de un labio naturalmente coloreado, basta con aplicar un poco de bálsamo. Si es más bien pálido, lo mejor será un labial de la gama nude-rosa.