¿Te acuerdas cuando no mirábamos los ingredientes del champú o el acondicionador? Atrás quedó esa época en la que confiábamos ciegamente en las promesas de los anuncios y el atractivo exterior de los productos para el cuidado del cabello.
Ahora, con toda la información a nuestro alcance, podemos descartar ingredientes no deseados para nuestro cabello que sabemos que resultan poco saludables como los parabenos, los sulfatos o las siliconas. Y aquí es donde entran en juego los famosos champús sin sulfatos.
¿Todavía no los has probado?
¿Qué son los sulfatos?
Son los agentes limpiadores responsables de la espuma que se hace al frotar el producto contra el cabello, con lo que, a más espuma, más concentración de sulfatos.
Uno de los más famosos, y más fáciles de cazar en las etiquetas de los cosméticos, es el Sodium Lauryl Sulfate (SLS), un tensioactivo de bajo coste que se utiliza mucho por su poder de detergencia. Pero lo cierto es que se considera irritante y resta suavidad al acabado.
Para sustituirlos en las formulaciones de los champús sin sulfatos se utilizan productos naturales con agentes limpiadores naturales y respetuosos con el cabello, lo que normalmente hace que se incremente su precio. La mejor forma de reconocerlos a priori es que hacen muy poca espuma durante el lavado.
Eso sí, conviene diferenciar ese tipo de sulfatos (como el SLS) de aquellas fórmulas suaves a base de sulfatos más delicados con el cabello como el Sodium Coco Sulfate, que deja el pelo mucho más suave.
¿Qué hacen los sulfatos en el pelo?
Su poder limpiador es tal, que permiten eliminar restos de suciedad y grasa del cabello, lo que funciona como arma de doble filo, al resecar la melena y dejarla mate y sin vida. Otra de las consecuencias de usar champú con sulfatos es que puede generar picores en el cuero cabelludo al resecarlo o incluso caspa., especialmente en las pieles más sensibles.
Otra de las consecuencias de usar con frecuencia champús con sulfatos es que el cabello se vuelve quebradizo y con tendencia al encrespamiento. La razón es que esos tensioactivos eliminan la humedad natural de la fibra capilar hasta el punto de que debilitan el pelo.
Por otra parte, el uso continuado de sulfatos sobre cabellos teñidos va degradando el color debido a su naturaleza abrasiva. Así, estos champús van arrastrando la coloración gradualmente de forma que tendrás que acudir antes a la peluquería.
Los sulfatos del champú también pueden intervenir en la caída del cabello puesto que van dejando residuos en el folículo piloso que lo dañan.
El primer mandamiento del método curly
Por otra parte, los sulfatos son grandes enemigos de los cabellos rizados. De hecho, el primer paso para apuntarse al método curly es abandonar este tipo de limpiadores y sustituirlos por otros que acondicionen el cabello. ¿La razón? Lo resecan demasiado haciendo que pierda elasticidad y, por tanto, definición.
Por último, cabe recordar que el poder limpiador de los sulfatos es el que permite retirar del cabello restos de productos con siliconas como ceras y fijadores, por lo que si los usamos habitualmente, nos costará lavar el cabello con fórmulas libres de sulfatos.
¿Por qué usar champús sin sulfatos?
Teniendo en cuenta las consecuencias que tiene el uso continuado este tipo de champús, será recomendable descartarlos en los siguientes casos.
- Melenas con algún tipo de tinte, decoloración o trabajo de mechas.
- Cabellos que quedan resecos tras el lavado, a pesar de mascarillas o acondicionadores.
- Problemas de frizz o rotura.
- Cabellos rizados y ondulados.
- Problemas de picores en el cuero cabelludo / pieles sensibles o atópicas.
Sabiendo todo esto, aquí hemos seleccionado diez opciones para probar los beneficios de los champús sin sulfatos en casa.
10 marcas de champú sin sulfatos que fichar
Champú sin sulfatos: Kérastase
El champú Discipline Fluidealiste Bain de Kérastase está diseñado para domar cabellos rebeldes, con tendencia al encrespamiento.
Champú sin sulfatos: Pantene
El champú sin sulfatos Sedoso & Brillante Pantene Pro-V Miracles contiene proteína de seda y biotina, una combinación específica para cabellos muy dañados o castigados por las mechas.
Champú sin sulfatos: Schwarzkopf
El champú Schwarzkopf BC Micelar está diseñado para retener los pigmentos de color en el cabello y mantener la intensidad del tono como el primer día.
Champú sin sulfatos: Moroccanoil
El champú Extra Volumen de Moroccanoil está pensado para recuperar cabellos finos apagados y sin vida, sin alterar la coloración.
Champú sin sulfatos: Elvive
El champú Elvive Color-Vive Low Shampoo de L'Oréal Paris es una crema de lavado diseñada para los cabellos con coloración o mechas.
Champú sin sulfatos: Herbal
El champú Professional Treatment Sin Sulfatos de Herbal tiene una fórmula orientada a prevenir irritaciones, sequedad y picores en el cuero cabelludo, además de dejar el pelo extrasuave.
Champú sin sulfatos: Kativa
Coconut champú Reconstrucción y Brillo de Kativa recupera la hidratación del cabello gracias a su fórmula enriquecida con aceite de coco.
Champú sin sulfatos: L'Occitane
El champú Equilibrio y Suavidad Aromacología de L'Occitane tampoco contiene siliconas y respeta el equilibrio natural del cuero cabelludo con un aroma muy delicado.
Champú sin sulfatos: Herbal Essences
Con fórmula a base de cáñamo y aloe vera, el champú Herbal Essences Extra Aloea + HEMP deja un aroma a coco, jazmín y cítricos que resulta irresistible (como todos los de esta marca).
Champú sin sulfatos: Dalire
Esta marca especializada tiene toda una gama de champús sin sulfatos, siliconas, ni parabenos con diferentes fórmulas para cabellos normales, grasos, secos, rizados, dañados, decolorados o con problemas de caída.