El flequillo es un recurso con gran poder rejuvenecedor en el rostro, capaz de cambiar por completo el acabado de un corte de pelo. Enmarca la mirada y la realza, modifica las facciones y además puede ayudarte a disimular esas arrugas de la frente o el contorno del rostro que no perdonan con la edad. Eso sí, puesto que hay diferentes estilos de flequillo, conviene que antes de elegir el tuyo tengas en cuenta tus facciones.
¿Qué tipo de flequillo usar según tu rostro?
Y es que el flequillo será protagonista de tu corte de pelo si te decides por él, por lo que necesitas cerciorarte de que le sienta bien a tu forma de cara. Por ejemplo, si la tienes alargada es más que recomendable que lleves flequillo, especialmente si optas por una melena larga, ya que así recortarás la verticalidad de las facciones.
Por el contrario, un rostro redondeado pide un flequillo que deje ver la frente para favorecer ese alargamiento del óvalo facial que consigue compensar las facciones. En el caso de los cuadrados, que también son anchos, conviene apostar por flequillos largos entreabiertos y desfilados para compensar la geometría de este tipo de facciones.
Tipos de flequillo: de cortina
Es el flequillo más versátil porque queda bien a todo el mundo. ¡Por eso es el más demandado del momento! Se trata de un flequillo abierto por el centro y degradado de forma que queda más largo en los laterales. Es una versión cómoda e ideal para aquellas a las que les molesta el pelo sobre los ojos. Enmarca las facciones y pone el acento en los pómulos y la nariz, por lo que conviene que los tuyos sean estéticos (o al menos, que te gusten).
Tipos de flequillo: recto
Es un flequillo ideal para rostros alargados y rectangulares porque acorta el rostro y hace que el óvalo facial se equilibre visualmente. Sin embargo, es un tipo de flequillo que realza especialmente la nariz, por lo que no es recomendable en aquellos rostros en los que sea prominente. Se lleva a la misma altura del tupido aunque con el perfil marcadamente recto y los bordes angulosos.
Tipos de flequillo: con los bordes más largos
Otra versión ideal para rostros alargados y ovalados es la que tiene los bordes redondeados y más largos, que apoyan en el pómulo y se integran en la melena como un escalado. Es un flequillo que enmarca las facciones y las suaviza y permite acortar visualmente el rostro.
Tipos de flequillo: asimétrico
Se trata de un tipo de flequillo como escalonado con diferentes largos que aportan gran dinamismo y personalidad al look. Muchas veces lo vemos inclinado, que queda especialmente bien con estilos cortos como el pixie.
Tipos de flequillo: largo y tupido
Es el flequillo más clásico, el que queda justo por encima de las cejas, tapándolas y cubre por completo la frente. Por eso es el que mejor queda a los rostros alargados, ya que recorta la zona superior del rostro, compensando la verticalidad en este tipo de facciones y haciendo que el óvalo facial se vea equilibrado. Por supuesto, si tienes la cara ovalada, también te quedará genial. Eso sí, ten en cuenta que requiere un mantenimiento más exigente que otros flequillos, tanto en lo referente a las visitas a la peluquería (¡enseguida crece y molesta en los ojos!), como en el día a día (si tienes el pelo fino, tendrás que lavarlo a diario).
Tipos de flequillo: despuntado
Es un tipo de flequillo que aporta frescura y un toque desenfadado por su acabado dinámico. Y es que las puntas se cortan en vertical a diferentes alturas para buscar un acabado irregular. Esta asimetría se acentúa por lo general en la parte central del rostro (lo que hace que el flequillo no se perciba tan entero como uno clásico), mientras los laterales se alargan y se integran en la melena. Es ideal para todo tipo de rostros, incluidos los cuadrados y redondos.
Tipos de flequillo: ladeado
Es otro de esos flequillos que sienta bien a todo tipo de rostros y tipos de cabello y queda bien con cualquier peinado. Además es muy cómodo, porque despeja prácticamente los ojos y es fácil de mantener en el día a día. Quedan muy bien en rostros redondeados porque permiten ver la frente y aportan geometría mediante una diagonal.
Tipos de flequillo: baby bang
Es un flequillo corto y por tanto, más arriesgado. Al quedar por encima de las cejas, centra la atención sobre estas, por lo que deberán estar muy bien arregladas. Igualmente, los ojos ganarán mayor protagonismo en el rostro, algo que conviene tener en cuenta si los tienes pequeños. Incluso le darán un mayor protagonismo a las gafas si las llevas habitualmente. Te quedará bien tanto si tienes el rostro alargado como redondeado, aunque no te lo aconsejamos si lo tienes cuadrado.
Tipos de flequillo: largo y abierto
Es un flequillo cómodo, que casi corresponde más a un desfilado de los laterales del rostro que a un flequillo en sí. Es ligero, largo y apoya a los lados de la cara, sobre los pómulos. Al igual que ocurre con el flequillo de cortina, más cerrado sobre la frente, es una versión cómoda e ideal para las que quieren probar sin comprometer del todo el resultado. Puesto que realza los pómulos, es ideal para marcar ángulos en las caras redondeadas, aunque lo cierto es que sienta bien a todo tipo de rostros.
Tipos de flequillo: mullet
Es un flequillo marcado cuyo rasgo diferenciador es que los extremos sobrepasan la sien, haciendo que la diferencia de largos entre la zona delantera y el resto de la melena sea más marcada (igual que en el corte de pelo con el mismo nombre). Se lleva despuntado y con las patillas largas, lo que le da un aire rebelde y un tanto desenfadado. Queda bien en rostros triangulares invertidos y alargados, además de los versátiles ovalados.