Tener plantas en casa tiene muchas ventajas. Además de su valor decorativo, las plantas purifican el aire, regulan la humedad y ayudan a reducir el estrés. Y todo ello con muy pocos cuidados. A diferencia de lo que muchos creen, conseguir que nuestras plantas sobrevivan es muy sencillo. La clave está en elegir las variedades que mejor se adaptan a las condiciones de nuestro hogar y en seguir unas rutinas muy básicas. En tan solo 10 pasos, te mostramos cómo tener unas plantas sanas en casa, tanto en interior como en exterior. Ya verás como a partir de ahora ya no vuelves a decir eso de "a mi se me mueren todas las plantas". ¿Te animas a seguir nuestros consejos?
1. Elige plantas resistentes
Las plantas consumen dióxido de carbono y lo transforman en oxígeno, por lo que contribuyen a purificar el aire de nuestras casas. También ayudan a reducir el estrés ya que nos reconectan con la naturaleza. Si quieres disfrutar de las plantas en casa, elige variedades resistentes que necesitarán muy pocos cuidados para sobrevivir. Para el interior decántate por cualquier ficus, un poto, una maranta tricolor, una monstera, las cintas o los helechos. Para exterior puedes elegir buganvillas, crisantemos, margaritas, rosales o pensamientos.
2. Las plantas necesitan luz natural
La luz es un elemento indispensable para que una planta crezca sana, así que deberemos asegurarnos de que nuestras plantas están cerca de una ventana. La mayoría de plantas agradecen la luz pero no el sol directo. Si tienen demasiada luz las hojas se teñirán de amarillo y se caerán. Por el contrario, si les falta luz se marchitarán. También es importante no colocar las plantas cerca de un radiador ni bajo el chorro del aire acondicionado.
3. Mantén la humedad de las plantas
Algunas plantas, sobre todo las de zonas cálidas y húmedas como las orquídeas, necesitan mantener la humedad para que sus hojas no se vuelvan amarillas. Para ello, podemos vaporizarlas con agua o hundir la maceta en turba húmeda. Otra opción es colocar un poco de grava en el fondo de un plato para macetas, llenar la base con agua y colocar la maceta encima.
4. Riega solo cuando la planta lo necesite
Antes de regar, comprueba si el sustrato está seco. Toca la tierra de la maceta: si el dedo se adhiere es que está húmeda y la planta no necesita que la riegues. Solo si notamos que la tierra está seca, la regaremos. La mejor manera de regar una planta es colocar un plato con agua bajo la maceta para asegurarnos de que el sustrato se empapa. Es muy importante que las raíces de las plantas no queden encharcadas de agua, ya que se pudrirían y la planta moriría.
5. Podar las plantas de vez en cuando
Para que las plantas crezcan sanas, es importante podarlas de vez en cuando, sobre todo en primavera y otoño. Conviene cortar las flores mustias, las ramas muertas, las hojas secas y recortar las puntas marrones. Si la planta ha crecido mucho, corta los extremos de los tallos para que brote lateralmente.
6. A cada planta, su sustrato
La elección de la tierra es importante para que nuestras plantas crezcan sanas. Si no sabes que sustrato es el más adecuado para tus plantas, déjate asesorar por un experto. Ten en cuenta que el sustrato ha de proporcionar la ventilación, la humedad y los nutrientes necesarios para que una planta crezca con vigor. El tamaño de la maceta también es importante y se ha de adecuar a cómo será la planta cuando crezca.
7. Plantas aromáticas, también en interior
Además de las plantas típicamente de interior, puedes animarte a tener dentro de casa algunas plantas aromáticas. Solo necesitas disponer de una habitación con muchas horas de luz natural. Entre las plantas aromáticas que van a vivir bien dentro de casa están la albahaca o el perejil. Además, hay otra plantas como la menta, la melisa o el cilantro que pueden vivir en habitaciones semisombreadas o con poca luz directa.
8. Jardines verticales: decorar las paredes con plantas
Si dispones de poco espacio (interior o exterior) y no quieres perder metros útiles con plantas, no tienes porque renunciar a ellas. Una buena opción son los jardines verticales, es decir, decorar una pared con plantas, ya sea colocándolas en una estantería o con jardineras modulares colgadas de la pared. Es una opción decorativa con muchas posibilidades que queda bien en cualquier habitación de la casa o en un balcón o terraza pequeños.
9. Huertos urbanos en poco espacio
Una maceta grande en el balcón es suficiente para cultivar algunas hortalizas como lechugas, coles o brócolis. Las lechugas crecerán mejor si tienen algunas horas de sol, mientras las zonas más sombreadas las puedes reservar para cultivar unas escarolas o unas acelgas. Si dispones de más espacio, puedes optar por una mesa de cultivo donde ampliar tu huerto urbano con cebollas, rabanitos y alguna tomatera. También crecen muy bien en macetas o mesas de cultivo las fresas y fresones.
10. Cómo hacer nuestro propio abono
Para que las plantas crezcan sanas es importante que el sustrato les de todo el alimento que necesitan. Una manera de enriquecer la tierra, es elaborar nuestro propio abono con algunos restos orgánicos que se generan en casa. Nos pueden servir de abono los posos del café o del té, las pieles de plátano trituradas, la cáscara de huevo o los restos de ceniza. Debes añadir cualquiera de estos abonos naturales justo después de regar. También debes tener en cuenta que el agua de acuarios, peceras o jarrones con flores está llena de nutrientes. No dudes en utilizarla para regar tus plantas.