Una composición con cuadros puede transformar un dormitorio para darle un estilo único. A través de complementos cómo los cuadros, y algunos otros (cojines, mantas, alfombras...), personalizamos la decoración de nuestro dormitorio y creamos una atmósfera acogedora donde nos sentimos a gusto y relajados. Y es que no debemos olvidar que el dormitorio es el espacio dedicado al descanso diario y toda su decoración, desde la elección del mobiliario a los colores y complementos, debe enfocarse a conseguir un ambiente sereno que invite al descanso.
Si decidimos incluir cuadros en el dormitorio nos pueden surgir algunas dudas. ¿Cuelgo los cuadros sobre el cabecero? ¿Es mejor un único cuadro de grandes dimensiones o una composición de varias obras? ¿Si combino varios cuadros: de una misma temática o muy distintos? ¿Qué marcos son los más adecuados? La verdad es que no existen unas normas claras pero sí podemos darte algunos consejos para acertar:
- Puedes colgar cuadros en cualquier pared del dormitorio, no te ciñas solo al cabecero.
- Si realizas una composición, deja un mínimo de 10 cm entre los cuadros.
- Intenta que la composición de varios cuadros forme un conjunto simétrico, como si de una sola obra se tratara.
- Las composiciones de una misma temática siempre son un acierto.
- Puedes prescindir del cabecero y en su lugar colgar un gran cuadro sobre la cama.
- Un cuadro en las mismas tonalidades que decoran el dormitorio creará un atmósfera más serena y armoniosa.
A partir de aquí, tus gustos personales y tu creatividad se encargarán de dar con la composición de cuadros perfecta para tu dormitorio. Si necesitas inspiración, aquí te dejamos 15 dormitorios decorados con cuadros llenos de buenas ideas para copiar.
1. Apoyar los cuadros sobre un balda
La mejor opción para no tener que agujerear la pared y poder cambiar los cuadros cuando quieras, es colocarlos apoyados sobre una balda. Es este dormitorio, se ha aprovechado un estante situado sobre la cama para apoyar un cuadro en la misma gama cromática que decora el espacio. Así, el cuadro se integra perfectamente en el ambiente para crear un dormitorio moderno y muy acogedor.
2. Un gran cuadro sobre el cabecero
La elección de un cuadro para el dormitorio debe tener en cuenta el estilo decorativo del espacio. Si el dormitorio, como en este caso, es moderno, con mobiliario de líneas depuradas y colores neutros, el cuadro debe seguir ese mismo estilo. Por ello, se ha elegido una obra contemporánea que reproduce las tonalidades que predominan en la decoración del dormitorio. El cuadro queda, así, mejor integrado.
3. Una composición de cuadros del mismo estilo
Si prefieres realizar una composición de cuadros de distintos tamaños, intenta que haya algún elemento que los unifique y armonice. Por ejemplo, en este caso se ha optado por láminas con ilustraciones de estilo muy similar y todas con marcos dorados. El conjunto que forman, de gran elegancia, mantiene el equilibrio y la simetría, con los cuadros más pequeños en el centro y los de más tamaño en los extremos. La composición encaja de maravilla con el dormitorio, moderno y muy fresco.
4. Dos cuadros simétricos del mismo tamaño
Una opción que siempre es un acierto es colocar sobre el cabecero dos cuadros de la misma serie, del mismo tamaño y con los mismos marcos. Ambos cuadros crean una composición simétrica que encaja muy bien con el diseño del cabecero, formado por dos librerías bajas, también simétricas, a ambos lados de la cama. El conjunto transmite orden y equilibrio, dos principios muy importantes para decorar el dormitorio.
5. Una composición de cuadros muy casual
Estas tres láminas apoyadas sobre una repisa encima de la cama tienen un aire informal que encaja a la perfección con el estilo desenfadado de este dormitorio. Aunque la composición está muy estudiada, con tres láminas de la misma serie y con el mismo marco, la manera de colocarlas sobre la repisa de madera parece que estuviera hecha casi al azar, de forma casual. Todo un acierto y una idea a tener muy en cuenta.
6. Un cuadro con los colores del dormitorio
Los colores que decoran este dormitorio han servido de inspiración para elegir el cuadro que se ha colgado sobre el cabecero. Las tonalidades blancas y grises del mobiliario y de la ropa de cama se repiten en el cuadro, con una sutil pincelada de color malva. Repetir en un cuadro alguno de los colores protagonistas del dormitorio es una buena idea para unificar el espacio y crear decoraciones armónicas.
7. Disfrutar del cuadro desde la cama
No todos los cuadros se han de colgar sobre el cabecero. Según la distribución del espacio podemos encontrar otras paredes donde los cuadros lucirán tanto a más que sobre la cama. Por ejemplo, en este acogedor dormitorio se ha colgado un cuadro sobre la chimenea para disfrutar de él desde cualquier lugar del dormitorio. Se ha optado por una lámina de inspiración romántica que encaja a la perfección con el estilo decorativo del espacio.
8. Un cuadro en la zona de paso hacia el baño
Este cuadro, de estética contemporánea, intenta romper con el aire clásico del dormitorio y convertirse en el centro de todas las miradas. Se ha colgado en la pared que lleva al baño y se ha elegido en unos tonos que son muy fáciles de combinar con el mobiliario y la ropa de cama. Una prueba más de que cualquier pared del dormitorio puede ser un buen lugar para colgar un cuadro.
9. Una composición para amantes del cine
Los cuadros que decoran tu casa pueden reflejar tus gustos y aficiones, como en este dormitorio, cuyos propietarios son grandes amantes del cine. Su opción ha sido una composición simétrica con dos carátulas de sus películas preferidas, del mismo tamaño y con el mismo marco. Se han colgado sobre el sofá de una pequeña zona de estar de la que disfruta este dormitorio moderno y con gran personalidad.
10. Dos cuadros apoyados sobre un mueble bajo
Cualquier mueble con el que cuentes en el dormitorio (cómoda, mueble bajo, mesa auxiliar...) puede ser el punto de apoyo perfecto para tus cuadros. Sin necesidad de agujerear la pared, puedes crear una composición como esta, con dos cuadros de la misma serie un poco superpuestos para darle un aire más desenfadado al conjunto.
11. Un gran cuadro como protagonista
Una repisa en la zona de tocador sirve para apoyar un gran cuadro que se convierte en el gran protagonista de la estancia. La decoración en blanco del dormitorio permite añadir un toque de color en los complementos, especialmente con los cojines, mientras el cuadro aporta una calidez muy necesaria en un ambiente que de otra manera se vería frío.
12. Un cuadro a lo largo del cabecero
Una buena idea, si quieres colgar un cuadro sobre la cama, es elegirlo con la misma anchura del cabecero para crear un conjunto bien equilibrado y ordenado. Es lo que se ha hecho en este dormitorio de inspiración clásica donde se ha apostado por tonalidades suaves, como el azul y el blanco, que forman parte de la lista de los 10 colores más relajantes para pintar un dormitorio.
13. Dos cuadros de la misma serie
Una apuesta segura si quieres combinar dos cuadros sobre el cabecero, es optar por una misma serie con el mismo tamaño y el mismo marco. En este caso, se ha optado por dos láminas minimalistas de tonos naturales que contribuyen al ambiente sereno del espacio sin recargarlo ni restar protagonismo al resto de la decoración.
14. Un cuadro flanqueado por dos armarios
La distribución del mobiliario, con la cama flanqueada por dos armarios, ha dejado un espacio de pared libre sobre el cabecero que se ha aprovechado para colgar un cuadro con gran fuerza visual. La obra rompe el estilo más clásico del dormitorio y le aporta personalidad y carácter.
15. Realzar los cuadros con la iluminación
Una manera de centrar la atención en los cuadros es iluminarlos. Podemos instalar unos apliques sobre el cuadro u optar por la retroiluminación: luces que salen de detrás de los cuadros. Es lo que se ha hecho en este dormitorio, donde la iluminación realza los cuadros colgados sobre la cama mientras, por la noche, estas luces crean una atmósfera envolvente perfecta para relajarnos antes de irnos a dormir.