Nuestra casa debe convertirse en un refugio que nos devuelva el bienestar y la serenidad tras un largo día de trabajo lleno de dificultades. Y como el corazón de nuestra casa es el salón, deberemos cuidar especialmente la decoración de esta estancia para hacerla más nuestra y sentirnos a gusto.
Una de las claves para lograr un salón que invite a relajarnos, es decorarlo con los muebles imprescindibles. Debemos evitar, ante todo, un salón recargado con muchos muebles y mal distribuidos, y apostar por espacios diáfanos y ordenados.
En el momento de decorar el salón nos surgen muchas dudas y la más común es decidir qué piezas son imprescindibles. Hay algunas que no pueden faltar para que el salón sea cómodo y acogedor y otras que podemos incluir en función del espacio disponible y nuestros gustos personales.
Aquí te vamos a detallar qué piezas creemos que deben equipar tu salón sí o sí (sofá, butacas y mesa de centro) y qué muebles y complementos pueden ayudarte a crear un ambiente más personal sin ser imprescindibles. Todo con el objetivo de ayudarte a decorar un salón en el que reencontrarte a ti misma cada día.
1. El sofá, la pieza estrella del salón
Por muy pequeño que sea tu salón, no puede faltar el sofá. Es una pieza imprescindible que debe adaptarse al espacio y responder a tus necesidades. Una buena opción, si dispones de pocos metros, es situar un único sofá apoyado en la pared para que la estancia quede despejada. Antes de elegir el sofá, piensa cuantas personas hay en casa, si sueles invitar muy a menudo y qué uso le vas a dar (leer, ver la televisión, conversar...). Esto te dará pistas para decidir el número de plazas que necesitas y el tipo de sofá que más te conviene. Elige una tapicería en tonos naturales para no recargar el espacio y lograr una atmósfera serena. Puedes decorar el sofá con algunos cojines: nuestro consejo es que todos sean de la misma gama cromática para lograr un salón bien conjuntado.
2. Butacas, no podrás pasar sin ellas
Si quieres ganar más plazas de asiento en el salón sin recargar el espacio, sustituye un sofá por unas butacas y unos pufs. En este salón, se podrían haber colocado dos sofás enfrentados pero el espacio se habría visto muy recargado. Para lograr un salón despejado en el que circule mejor la luz natural, se ha optado por dos butacas y dos pufs. El resultado es un salón muy bien equipado y versátil, ya que las butacas y pufs pueden moverse fácilmente para reorganizar la zona de estar según tus necesidades. Una butaca también puede ser la protagonista de una zona de lectura en la que relajarte con un buen libro. La clave para unificar el espacio y lograr una atmósfera acogedora es la unidad cromática, con tapicerías y muebles en tonos naturales.
3. Mesas de centro, todo pasa a su alrededor
En cualquier salón es imprescindible contar con alguna superficie de apoyo donde dejar el libro que estamos leyendo o una taza de té. Por ello, es básico elegir una mesa de centro alrededor de la cual se organizará la zona de estar. Decántate por un diseño ligero, que encaje en el estilo decorativo de tu salón y que no recargue el espacio. Además de una función práctica como superficie de apoyo, la mesa de centro será un elemento decorativo de primer orden. Aprovéchala para colocar algunos complementos como ramos de flores, velas, cajas o todo aquello que haga el espacio más tuyo.
4. Mesas auxiliares, para rincones con encanto
Si dispones de suficiente espacio, puedes colocar junto al sofá o la butaca una mesa auxiliar que te permitirá crear un rincón muy personal. La mesas auxiliares pueden completar la mesa de centro o sustituirla en salones más pequeños. Lo ideal es aprovechar las mesas auxiliares para colocar un lámpara de sobremesa que ayude a crear una atmósfera íntima y recogida en tu salón. Decántate por mesas auxiliares de líneas ligeras y de colores claros que no tengan un gran peso visual dentro del salón.
5. Lámparas, ¿cuántas necesitas?
Las lámparas nos permiten crear puntos de luz que nos ayudan a crear atmósferas muy acogedoras en el salón. Sin embargo, nuestro consejo es que no llenes el salón de lámparas que después nunca vas a utilizar. Valora primero tus necesidades y decide que puntos de luz serán imprescindibles. En este salón, se ha optado por una lámpara de sobremesa, que creará una iluminación más íntima, y una lámpara flexo perfecta para leer. El gran ventanal se encargará de aportar la luz natural necesaria durante el día.
6. Una alfombra abrigará tu salón
Puedes pensar que una alfombra no es imprescindible en el salón, pero este complemento te aportará calidez y hará más acogedor el espacio. En un salón decorado con pocos muebles, la alfombra vestirá el espacio y además puede tener una función práctica: servir de aislamiento térmico y acústico. Si te decides a completar tu salón con una alfombra, elígela a juego con la tapicería de los sofás para crear un conjunto bien integrado.
7. Cortinas, vestir las ventanas con elegancia
Las cortinas tienen una función práctica: protegernos de las miradas indiscretas del exterior y tamizar la entrada de luz natural. Pero además su presencia marcará el estilo decorativo del salón. Si dispones de amplios ventanales, elige cortinas en tonos neutros que se integren bien en el espacio y no adquieran un excesivo protagonismo. En salones de pocos metros y ventanas más pequeñas, opta por visillos más vaporosos o estores que no recarguen el espacio y dejen pasar la luz natural.
8. Detalles decorativos, tu sello personal
¿Qué sería de un salón sin esos detalles personales que lo hacen tan nuestro? Pequeños complementos adquiridos en múltiples viajes, fotografías de momentos inolvidables, cuadros o libros, hacen del salón nuestro refugio particular. Todos ellos son imprescindibles para hacernos sentir bien en casa. Pero no hemos de abusar de ellos. La clave es no recargar el espacio y seleccionar sólo lo detalles decorativos que realmente son importantes y prescindir del resto.