Salones nórdicos: 10 ejemplos llenos de inspiración

Aire escandinavo

Salones nórdicos: 10 ejemplos llenos de inspiración

El estilo nórdico, con su calidez y minimalismo, cada día tiene más seguidores. Si quieres conocer sus claves toma nota de estos 10 salones nórdicos llenos de ideas que querrás copiar.

El estilo nórdico, que en los últimos años tantos seguidores ha ganado, engloba esa decoración propia de países escandinavos como Dinamarca, Noruega o Suecia que es capaz de crear espacios muy cálidos con muy pocos muebles, en una apuesta por el minimalismo y la funcionalidad. Aunque el estilo de vida de esos países, marcado por inviernos muy fríos y con pocas horas de sol, es muy distinto al que llevamos en países más cálidos, su estilo decorativo se adapta muy bien a nuestros gustos. Las atmósferas relajantes y la calma que transmite el estilo nórdico lo podemos copiar perfectamente en nuestras casas. También nos gusta la decoración con pocas piezas, donde todas tienen una función práctica, y la apuesta por materiales naturales como la madera, la piedra o la piel. 

En este caso, nos vamos a centrar en el salón. Hemos buscado 10 salones de inspiración escandinava para ver cómo podemos recrear el estilo nórdico en una casa mediterránea. La idea es lograr un salón nórdico cálido, acogedor, donde nos sintamos tan a gusto que no nos importe pasar largas horas leyendo, conversando con amigos o jugando con los niños. Es decir, lo que hacen en los países nórdicos durante sus largos inviernos, cuando el salón se convierte en el alma de la casa. Toma nota de nuestras propuestas de salones nórdicos y descubre las claves de un estilo que nos invita a disfrutar de las pequeñas cosas de la vida en la calidez de nuestro salón.

Salones nórdicos: 10 ejemplos llenos de inspiración

1. Claves de un salón nórdico

Si quieres llevar el estilo nórdico a tu salón debes seguir algunas reglas como, por ejemplo, no recargar el espacio con muchos muebles. Elige solo las piezas básicas que tengan una función práctica, como el sofá, una mesa de centro y alguna auxiliar, mejor de líneas rectas y depuradas. Opta por colores neutros, con el blanco como gran protagonista, y potencia la luz natural al máximo. Apuesta por materiales naturales, como la madera o la piel, y que no falte en tu salón una alfombra bien mullida y una manta para taparte en la frías tardes de invierno.

Salones nórdicos: 10 ejemplos llenos de inspiración

2. Salones nórdicos con chimenea

En los países escandinavos, el salón es el alma de la casa y el espacio donde refugiarse del frío durante los largos inviernos. Los días son muy cortos y las horas de sol escasas, por ello en los interiores se apuesta por colores claros y por abrir tantas ventanas como sea posible para aprovechar al máximo la luz natural. Las chimeneas son características de los salones nórdicos, y la zona de estar se planifica a su alrededor para poder disfrutar del calor del fuego mientras charlamos con los amigos o leemos un buen libro. 

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3. Suelos de madera para ganar calidez

En el estilo nórdico los suelos de madera tienen un gran protagonismo y podemos encontrar parquets, tarimas e incluso pavimentos de madera pintados de color blanco. La madera aporta calidez y es el tipo de material, natural y ecológico, por el que apuestan los salones nórdicos. Para hacer más acogedor el espacio, los suelos suelen cubrirse con alfombras de salón amplias y muy mullidas, mejor de colores claros. 

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4. Potencia al máximo la luz natural

En los países nórdicos, la luz natural es un bien escaso, porque en sus largos inviernos los días son muy cortos y hay pocas horas de luz. Por ello, es muy importante aprovechar al máximo la luz natural con grandes ventanales que faciliten su entrada. También es básico una buena planificación de la iluminación artificial, distribuyendo varios puntos de luz por todo el salón con lámparas de sobremesa o tipo flexo. Los colores de las tapicerías y de las paredes es mejor que sean neutros, en sus tonalidades más claras, para multiplicar la luz natural.

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5. Pocos muebles, bien elegidos

Una de las cosas que más nos gusta de los salones nórdicos es su minimalismo. Este estilo decorativo se basa en elegir solo los muebles imprescindibles, los que tengan una función práctica, para no recargar el espacio con demasiadas piezas. Por ello, la elección de muebles auxiliares se cuida mucho y se opta por diseños polivalentes que ocupen poco. Es el caso de las mesas nido, muy populares en los salones nórdicos porque se pueden encastrar unas dentro de las otras y mover fácilmente de un sitio a otro. 

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6. Reserva el color para los complementos

Los salones nórdicos apuestan por los tonos neutros para crear ambientes luminosos y acogedores. Si quieres romper la unidad cromática, hazlo con los complementos, como los cojines o las mantitas del sofá. Es lo que se ha hecho en este salón, donde el estilo nórdico se ha logrado con un gran protagonismo de los materiales naturales como la madera y las fibras vegetales, una clara apuesta por la luz natural y la elección de muebles ligeros de líneas depuradas. 

Salones nórdicos: 10 ejemplos llenos de inspiración

7. Crea atmósferas serenas y relajantes

La elección de colores neutros combinada con una apuesta por pocos muebles y de líneas ligeras da como resultado un salón que invita a la calma y a la serenidad. Los salones nórdicos se caracterizan, precisamente, por ser capaces de crear atmósferas serenas y cálidas que convierten nuestro salón en un refugio donde nos apetece pasar muchas horas. El minimalismo de este estilo decorativo también favorece el orden, imprescindible para sentirnos a gusto y relajados en nuestro salón. 

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8. Un salón rústico de inspiración nórdica

El estilo rústico y el nórdico tienen muchos puntos en común, por ello su mezcla es siempre un acierto. Un buen ejemplo es este salón, que comparte características de ambos estilos. Se ha optado por una base de colores neutros, por materiales naturales como la madera o la fibra vegetal de la butaca, y por una chimenea que hace más acogedor el espacio. Tampoco puede faltar una amplia alfombra y alguna pieza envejecida como la lámpara de techo.

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9. Que no falte un rincón de lectura

En un salón nórdico no puede faltar un rincón de lectura y si es con piezas de diseño, como en este caso, mucho mejor. La butaca Lounge Chair, diseño de Charles y Ray Eames para Vitra, y la gran lámpara de pie crean un acogedor rincón de lectura frente a la chimenea donde pasar largas horas con nuestros libros favoritos. En este salón encontramos más detalles propios del estilo nórdico, como el cesto de fibra vegetal para la leña o el aparador de madera. 

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10. Un salón para mimarse

El estilo nórdico no solo se refiere a la decoración. Puedes ser toda una filosofía de vida importada de los países escandinavos y que se resume muy bien con la palabra danesa hygge, un concepto que aplicado al hogar significaría crear espacios acogedores, lugares donde sentirnos felices rodeados de las pequeñas cosas que nos hacen sentir bien. La idea es que el estilo nórdico haga de nuestro salón un espacio donde cuidarnos y sentirnos felices.