El baño es una de las estancias de la casa que más a menudo limpiamos. Es necesario repasarlo cada día (o cada dos), y al menos una vez a la semana es imprescindible una limpieza más en profundidad. Si lo limpias a diario, la limpieza a fondo será más sencilla porque no dejarás que la suciedad se acumule. En tan solo 5 minutos, puedes dejar el baño listo cada día. ¿Quieres saber cómo?
- Empieza por el inodoro. Echa un corrito de limpiador en la taza y pasa la escobilla. Repasa las superficies con una bayeta humedecida con limpiador.
- Sigue con la bañera o la ducha. Rocía la superficie con un limpiador o aplícalo con una esponja. Deja actuar y aclara con el rociador.
- Continúa con el lavabo y la encimera. (mejor que la mantengas despejada para que sea más fácil limpiarla). Pasa una bayeta con un poco de limpiador.
- Limpia el espejo. Puedes hacerlo con una bayeta humedecida con vinagre blanco.
- Aclara todas las superficies. Hazlo con una segunda bayeta. Finalmente barre el suelo y friégalo.
Esta rutina rápida a diario te permitirá retrasar la limpieza en profundidad, que podrás hacerla cada 15 días. Además, si tienes el baño al día, cuando te pongas a limpiar más a fondo tardarás menos. De hecho, si sigues nuestros consejos, podrás hacerlo en tan solo 20 minutos. La clave está en organizarte bien y seguir un orden de limpieza que sea siempre el mismo. ¿Empezamos?
1. Superficies y suelo despejados
Antes de empezar a limpiar, retira objetos voluminosos del suelo como papeleras, alfombras o taburetes, y despeja la encimera para poder pasar la bayeta más fácilmente. Aprovecha este momento para vaciar papeleras y poner las toallas a lavar.
Truco
Guarda los pequeños enseres de uso diario en el armario bajolavabo y mantén la encimera los más despejada posible. Así será más fácil limpiar a diario.
2. Ponte con el suelo y el polvo
El siguiente paso será barrer el suelo y quitar el polvo del mobiliario. Es mejor pasar la escoba o la aspiradora primero, ya que si quitas el polvo y luego barres volverás a levantar suciedad que se depositará de nuevo en los muebles. Para quitar el polvo utiliza una bayeta humedecida que lo atrape ya que los plumeros solo mueven el polvo de un sitio a otro.
3. Aplica los productos de limpieza en todas las superficies
Para ganar tiempo, aplica el limpiador en todos los sanitarios a la vez y deja que actúe para que elimine gérmenes y bacterias y reblandezca la suciedad. Así será más fácil eliminarla. Empieza por todas las superficies del inodoro (echa también desinfectante en la taza y frota con la escobilla), sigue con los azulejos, la mampara, la bañera, el lavamanos y el bidé.
Truco
Es mejor que apliques el limpiador en la bayeta en lugar de rociar directamente las superficies. Es más efectivo y no desperdiciarás tanto producto.
4. Aclara los azulejos y la mampara
Con otra bayeta limpia empieza por aclarar los azulejos y la mampara. Si quieres ahorrar tiempo, aprovecha el vapor de agua que se genera después de la ducha para limpiar estas dos superficies. Pasa una bayeta por los azulejos mientras están húmedos y aprovecha que la mampara está mojada para pasar una rasqueta de goma que impida que queden las marcas de las gotas de agua. Descubre más sobre cómo limpiar la mampara de la ducha sin esfuerzo.
5. Aclara la bañera o la ducha
La manera más rápida de aclarar la bañera o la ducha es con el rociador. El agua arrastrará la suciedad y dejará las superficies brillantes y libres de gérmenes. Recuerda que el rociador también se ha de limpiar: aplica el limpiador con una bayeta y aclara con otro paño limpio.
Desinfectante natural
Puedes hacer tu desinfectante casero mezclando una parte de vinagre blanco y otra de jabón neutro por cada dos de agua.
6. Aclara el lavamanos
Es el momento de limpiar la zona del tocador. Aclara con una bayeta húmeda el limpiador que habías dejado actuar en el lavamanos, la encimera y la grifería. Después puedes pasar otro paño limpio y seco para que las superficies queden brillantes. Aprovecha para limpiar el espejo: impregna una bayeta con un poco de vinagre de limpieza y pásala por el espejo.
7. Limpia el inodoro y el bidé
El inodoro es el primer lugar en el que tienes que aplicar el limpiador y el último que debes aclarar. Es el sanitario que más gérmenes acumula, así que es mejor que el desinfectante actúe más tiempo. Recuerda que el limpiador debes aplicarlo por la taza, la tapa, el tanque y la base. Tampoco olvides el pulsador, un punto donde se concentran muchos gérmenes y bacterias. Reserva una bayeta solo para limpiar el inodoro y el bidé, o podrías trasladar los gérmenes a otras superficies del baño.
8. Friega el suelo y recolócalo todo en su sitio
El último paso es fregar el suelo y volver a colocar todos los objetos que habías retirado (taburetes, papeleras, alfombras...). Vuelve a dejar en su sitio los enseres de la encimera que habías retirado. Si quieres ir más rápido, no quites los objetos que hay en las superficies del baño y ve levantándolos a medida que pasas la bayeta.
9. Un baño con olor a limpio
Si quieres que la sensación de limpieza sea mayor, puedes elaborar un perfume casero para que el baño huela bien. Una opción es hervir en un poco de agua unas ramas de hierbabuena con el zumo de un limón. Pon la mezcla en un pulverizador y perfuma el baño siempre que quieras. Para las amantes de los cítricos, corta unas rodajas de limón y ponlas dentro de un frasco de cristal junto con unas hojas de la hierba aromática que prefieras, unas ramitas de pino o de cedro y una de canela.
10. Azulejos libres de moho
Si durante la limpieza en profundidad detectas que los azulejos tienen moho en las juntas, prueba a aplicar lejía y deja actuar un rato. Verás que el moho desaparece fácilmente. Para desinfectar los azulejos mezcla en un rociador vinagre y agua a partes iguales. Encuentra aquí más trucos para acabar con el moho de los azulejos del baño.