Todas tenemos, entre nuestras prendas favoritas, alguna camisa o camiseta blanca que, con el paso del tiempo y después de varios lavados, ha perdido ese blanco radiante que tanto nos gustaba y, en el peor de los casos, ha empezado a amarillear. También nos puede pasar que, en nuestra prenda blanca favorita, aparezcan unas manchas amarillas en la zona de las axilas provocadas por el sudor o el desodorante y que tan antiestéticas resultan. Para ayudarte a mantener el blanco de tu ropa y eliminar todo tipo de manchas amarillas, hemos recopilado varios trucos caseros muy sencillos que mantendrán tu ropa blanca como el primer día. A base de productos naturales, como el limón o el vinagre blanco, y con la ayuda del percarbonato de sodio, un blanqueador ecológico muy efectivo, alargarás la vida de tu ropa blanca y dirás adiós al amarillo.
1. Lava con agua fría y sin lejía
Nuestra mejor aliada para mantener como nueva la ropa blanca es el agua fría, así que intenta lavarla a una temperatura máxima de 30º C. De esta manera, no sólo conseguirás mantener tus prendas de un blanco radiante sino que ahorrarás energía (algo muy necesario con los actuales precios de la luz). Otro consejo es que te olvides de la lejía como blanqueante: es un producto que daña las fibras y con el paso del tiempo puede provocar la aparición de manchas y cercos de color amarillo. Al tender la ropa, si colocas las prendas en el tendedero bien estiradas y al sol ayudarás a potenciar su color blanco.
2. El percarbonato de sodio, nuestro mejor aliado
Si hay un blanqueante efectivo y ecológico que puedes utilizar para mantener el blanco de tu ropa ese es el percarbonato de sodio. Si tienes una prenda que empieza a amarillear prueba con este truco. Diluye en 1 litro de agua, 2 cucharadas de percarbonato de sodio y 250 ml de zumo de limón y deja la ropa blanca a remojo durante media hora, removiendo de vez en cuando. A continuación, lava las prendas en la lavadora añadiendo 2 cucharaditas de percarbonato de sodio en el cajetín del detergente. Verás como la ropa recupera su blanco original.
3. Agua oxigenada o limón para blanquear
Un truco sencillo y que funciona muy bien es verter media taza de agua oxigenada en el cajetín del detergente de la lavadora y poner en marcha el programa que utilices habitualmente. El agua oxigenada, que todos podemos tener en el botiquín de casa, se ha revelado como un potente blanqueador que te ayudará a eliminar las manchas amarillas de tu ropa blanca. Otra opción es sumergir las prendas blancas en una mezcla de agua caliente y dos limones exprimidos. Tras 30 minutos, saca la ropa y lávala en la lavadora. Tiéndela al sol y verás que el blanco vuelve a resplandecer.
4. Recuperar el blanco de las prendas más delicadas
Con las prendas delicadas debemos tener especial cuidado para que el proceso de blanqueamiento no acabe dañando los tejidos. Olvídate de la lejía y de productos agresivos y opta por soluciones respetuosas con tu ropa y con el medio ambiente. Para recuperar su color blanco original, sumerge las prendas en agua fría con dos cucharadas de leche y unas gotas de agua oxigenada por litro de agua. Acláralas, lávalas en la lavadora con un programa para ropa delicada y ¡listo! Lava las prendas delicadas siempre con agua fría o templada y ponlas a secar a la sombra.
5. Cómo quitar las manchas de sudor de la ropa blanca
Las antiestéticas manchas que aparecen en las axilas pueden arruinar nuestras prendas blancas y por eso es imprescindible saber cómo podemos acabar con ellas de manera sencilla y efectiva. Prueba con este truco. Llena un recipiente de agua caliente y añade dos cucharadas de percarbonato de sodio y media taza de vinagre de limpieza. Pon tu prenda a remojo durante 15 minutos y después lávala en la lavadora como haces habitualmente. Si además puedes tenderla al sol para que se seque, verás como esas molestas manchas provocadas por el sudor desaparecen.
6. Soluciones caseras para eliminar las manchas amarillas
Si el desodorante o el sudor han manchado tus prendas blancas, puedes solucionarlo con productos naturales que todos tenemos en casa. Por ejemplo, con el bicarbonato de sodio. Este producto es un potente blanqueador y ayuda a eliminar el mal olor que pueden dejar las manchas de sudor. Prepara una pasta con medio vaso de agua y dos cucharadas de bicarbonato, aplícala sobre la mancha y deja que actúe 10 minutos. Después, lava la prenda como siempre. Otra opción es el limón, que puede quitar las manchas amarillas de las axilas con tan solo aplicar su zumo sobre la mancha y dejando que haga efecto durante media hora. Si quieres potenciar su efecto blanqueante, añade al final una cucharada de bicarbonato. Frota y lava la prenda como haces siempre.
7. Sal y vinagre blanco contra las manchas en las axilas
Un producto que funciona muy bien para luchar contras las manchas de sudor es la sal. Humedece el cerco amarillo de tu prenda, cúbrelo después con sal y deja que actúe durante 12 horas. A continuación, frota con suavidad sobre la mancha y pon la prenda en la lavadora. Si además de acabar con las manchas también quieres combatir el olor, prueba con el vinagre blanco. Moja abundantemente la mancha con vinagre blanco, déjalo actuar 20 minutos, añade agua caliente y mantén la prenda 1 hora más. Y, por último, te proponemos el agua oxigenada como remedio a estas molestas manchas. Moja el cerco amarillo con media taza de agua oxigenada y deja actuar 15 minutos para que penetre bien en la mancha. Lava la prenda como haces normalmente y verás como las manchas de sudor han desaparecido.
8. Acabar con las manchas de sudor en camisetas blancas
Si en tu camiseta blanca favorita empiezan a asomar esas manchas amarillas, que suelen causar el desodorante o el sudor, es momento de actuar. Pon tu camiseta a remojo durante 30 minutos con agua caliente y vinagre de limpieza. Mientras tanto, prepara una pasta con media taza de agua oxigenada, sal y dos cucharadas de bicarbonato. Escurre la camiseta, aplica esta pasta sobre las manchas amarillas y deja que actúe durante 2 horas. Lava la camiseta en la lavadora y tiéndela al sol.
9. Cómo recuperar la blancura de la ropa de cama
Los textiles de hogar blancos tienden a amarillear, y mantener su color como el primer día es una tarea complicada de la que no siempre salimos airosas. Un truco muy eficaz para eliminar manchas amarillas que pueden aparecer en sábanas y edredones, es cubrirlas con una cucharada de bicarbonato de sodio y frotar con una rodaja de limón. El resultado es sorprendente. Otra opción es sumergir la ropa de cama en leche y dejarla a remojo un par de horas. La leche tiene un efecto blanqueante inmediato y no daña los tejidos, por lo que se puede utilizar incluso con los textiles más delicados. Por último, prueba a hervir agua con dos rodajas de limón y utiliza la mezcla para poner a remojo las sábanas. En todos los casos, acaba lavando la ropa de cama en la lavadora.
10. ¿Cada cuánto hay que lavar la ropa de cama?
Las colchas, edredones o rellenos nórdicos no los lavamos tan a menudo como las sábanas. Pero, ¿cada cuánto tiempo es aconsejable lavarlos? Las colchas puedes lavarlas cuando llega el verano y ya no vas a necesitarlas hasta el próximo otoño o invierno. Los edredones o rellenos nórdicos se aconseja lavarlos cada 6 meses para eliminar los ácaros del polvo y puedes hacerlo en la lavadora (si te caben) o llevarlos a la tintorería. En el caso de las sábanas te damos un truco: tiéndelas muy estiradas para que sea más fácil plancharlas y si son blancas, sécalas al sol para blanquearlas de forma natural.