Es inevitable. El paso de los años va haciendo mella en nuestros hogares y por mucho tiempo que dediquemos a la limpieza y al orden la apariencia de nuestra casa no es la que nos gustaría. Para mantenerla en el mejor estado posible durante más tiempo, hay algunas intervenciones sencillas que podemos realizar. Se trata de ir haciendo pequeños mantenimientos que evitarán que nuestra casa se deteriore antes de tiempo: desde limpiar las paredes, a mantener en buen estado las tuberías o en sencillos remedios caseros para evitar humedades o la aparición de insectos. Todo ello lo hemos resumido en 20 trucos (algunos los puedes incluir en tus rutinas de limpieza) que te permitirán mantener tu casa en perfectas condiciones.
1. Las paredes también se pueden limpiar
En nuestras rutinas de limpieza diaria, e incluso en las limpiezas a fondo, solemos olvidarnos de las paredes. Por mucho que limpiemos nuestra casa y renovemos los muebles, unas paredes sucias o deterioradas desmejoran mucho la apariencia de nuestro hogar. Para limpiar las paredes utiliza un plumero extensible, e insiste sobre todo en los rincones. Si la pintura es lavable, elimina las manchas y la suciedad con lavavajillas diluido en agua. Recuerda que se aconseja pintar las paredes de nuevo cada 6 años.
2. Cañerías sin atascos
Todo aquello que no vemos también necesita un mantenimiento. Una tubería atascada puede provocar problemas que necesitarán intervenciones molestas y costosas. Para evitar fugas de agua y atascos en las tuberías, es muy importante no tirar restos de comida, aceites o pinturas por los desagües. Nunca utilices el inodoro como si fuera una papelera: no tires toallitas ni por supuesto compresas. Instala en los desagües de la ducha o la bañera rejillas metálicas que retengan los cabellos mientras te lavas el pelo. Es aconsejable verter agua hirviendo una vez al mes para eliminar acumulaciones de suciedad en las cañerías. Si junto al agua hirviendo añades una taza de sal y otra de bicarbonato la solución será más rápida y efectiva.
3. Revisar la caldera periódicamente
Es unos de los electrodomésticos fundamentales de nuestro hogar, y de su buen funcionamiento dependen elementos tan importantes como el agua caliente y la calefacción. Se recomienda revisar la caldera una vez al año por un técnico especializado: detectará problemas que si no se atajan a tiempo pueden conllevar averías más graves y costosas. Quitar el polvo de los elementos visibles de la caldera también te ayudará a prevenir futuros problemas.
4. Limpiar los filtros del aire acondicionado
Los aparatos de aire acondicionado disponen de unos filtros que limpian el aire que pasa a través de ellos. Estos filtros deben lavarse para que el aparato funcione correctamente. Lo más aconsejable es limpiarlos cada año antes de que llegue el verano y empieces a utilizar el aire acondicionado. Para lavarlos, primero desenchufa el aparato y abre la tapa frontal de la máquina. Retira los filtros y pásales la aspiradora para eliminar el polvo y la suciedad. Si están muy sucios, puedes sumergirlos en agua tíbia con vinagre o con jabón líquido. A continuación, deja que se sequen al aire antes de volver a colocarlos en el aparato de aire acondicionado.
5. Electrodomésticos que duran más tiempo
La mayoría de electrodomésticos también se han de limpiar por dentro como parte del mantenimiento que hará que funcionen correctamente durante más tiempo. Es el caso de la lavadora y el lavavajillas, que de ninguna manera se limpian mientras lavan la ropa o la vajilla. En el caso de la lavadora, añade 3/4 partes de una botella de vinagre en el cajetín del detergente y realiza un lavado a máxima temperatura. Para el lavavajillas, realiza un lavado a máxima temperatura y a los 15 minutos añade un vaso de vinagre y deja que continúe lavando. En ambos caso, asegúrate de que no haya ropa ni platos mientras realizas la limpieza. También es importante quitar el polvo de los ventiladores de algunos electrodomésticos, como el frigorífico.
6. Instalaciones eléctricas más seguras
Mantener en buen estado la instalación eléctrica es esencial para asegurarte de que todos los aparatos electrónicos y los electrodomésticos funcionan correctamente. Comprueba que la instalación eléctrica está bien protegida ante las subidas de tensión, que podrían llegar a estropear cualquier electrodoméstico de tu casa. Revisa también el cuadro eléctrico para confirmar que se encuentra en perfectas condiciones. También es muy importante que no sobrecargues la instalación enchufando más aparatos de los que se consideraron durante su diseño.
7. Bisagras que no chirrían
No hay nada más molesto, y que de más sensación de deterioro, que las puertas que chirrían. Un truco casero para solucionarlo, es frotar las bisagras con la punta de un lápiz. El grafito de la mina es un perfecto lubricante para piezas metálicas. Si el problema es que la bisagra gira con dificultad, puedes elaborar una pasta con una mina de lápiz triturada y aceite, y untar la bisagra con ella.
8. Una casa libre de hormigas
¿Quién no se ha encontrado alguna vez con una fila interminable de hormigas en la cocina? Cuando, además, llegan a un plato o bote con alimentos no hay más remedio que deshacerte de toda esa comida. Es verdad que existen productos químicos para acabar con ellas, pero siempre es mejor recurrir a soluciones naturales sin tóxicos. Un remedio casero que funciona muy bien para ahuyentar a las hormigas, es mezclar tres clavos de olor y un puñado de perejil seco, triturarlo todo y espolvorearlo por las rendijas y por los lugares por donde se suelen colar las hormigas. Para mantener alejados estos pequeños insectos, también puedes colocar, estratégicamente por la casa, ramitas de lavanda, ramas de orégano o canela, tres aromas que las hormigas no pueden soportar.
9. Cucarachas: que no entren en tu casa
Para evitar que estos desagradables insectos invadan nuestra casa, sobre todo si vivimos en bajos, hay algunas medidas que podemos tomar. En primer lugar es básica la limpieza. Si mantenemos los suelos y los electrodomésticos limpios evitaremos el efecto llamada que provoca la humedad. Pasa la escoba o la aspiradora habitualmente y friega los suelos. Evita también dejar comida a la vista, ni siquiera la de las mascotas. Controla la humedad en el interior de tu casa con una buena ventilación y evitando que se formen charcos de agua bajo el frigorífico, el fregadero o los lavamanos. Finalmente, sella las rendijas que se pueden formar en las paredes y en los marcos de puertas y ventanas, y tapa bien los huecos alrededor de las tuberías. Así evitarás que puedan entrar en tu casa.
10. Más tranquilos sin mosquitos en casa
Llega el verano y los mosquitos empiezan a ser una de nuestra preocupaciones, sobre todo si hay niños en casa. Antes solo nos molestaban por las noches, pero con la aparición del mosquito tigre no hace falta esperar a que se ponga el sol para sufrir las molestas picaduras. Para ahuyentarlos existen algunos remedios caseros, como colocar plantas de albahaca, citronella o lavanda en las repisas de las ventanas. Su olor les resulta desagradable y desisten de entrar. También puedes aplicarte en el cuerpo esencia de lavanda.
11. Lavar las fundas del sofá y que vuelvan a encajar bien
Los sofás que cuentan con fundas resultan muy prácticos, porque basta con meter la funda en la lavadora para que el sofá luzca como nuevo. Sin embargo, a veces nos da miedo lavar las fundas y que después no encajen igual. Para evitarlo, puedes lavar la funda del sofá solo con agua fría y quitar las manchas antes con un quitamanchas en spray. Si decides lavar las fundas con jabón, ponlas en la lavadora con las cremalleras cerradas, así evitarás que el jabón se deposite en los dientes de la cremallera. Un truco si las cremalleras de la funda del sofá se atascan tras el lavado, es untarlas con un poco de vaselina para que se deslicen fácilmente. También es aconsejable colocar la funda de nuevo en el sofá mientras todavía está húmeda, para que conserve su forma.
12. Alargar la vida de las velas
Las velas se han convertido en un complemento imprescindible en nuestros hogares. Tanto si las utilizamos para crear atmósferas más íntimas y relajantes como para aromatizar nuestra casa, existen algunos trucos para que duren más tiempo. Si las colocas en el congelador o en el frigorífico durante dos o tres horas antes de utilizarlas, se endurecerán y se gastarán más lentamente. Además, si son velas aromáticas desprenderán más olor. Otro truco para que duren más tiempo, es aplicar un poco de sal alrededor de la mecha.
13. Herramientas siempre a punto
Las pequeñas herramientas no pueden faltar en ninguna casa ya que no sabemos cuando vamos a necesitarlas. Es importante que, en el momento que vayamos a utilizarlas, estén en buen estado. Para ello, es aconsejable guardarlas en lugares alejados de la humedad para evitar que se oxiden y untarlas cada seis meses con aceite de linaza cocido. La mejor manera de almacenarlas, es colgarlas de un clavo en una tabla de madera.
14. Cajones que se abren y cierran con suavidad
No hay nada más molesto que los cajones que se atascan. Una de las razones por las que puede pasar es que los topes del fondo del cajón se hayan desnivelado. En este caso, no tienes más que colocarlos de nuevo al mismo nivel. También puede pasar que las guías no funcionen bien. Prueba a lijarlas para evitar el rozamiento y después frótalas con cera o jabón seco. También puedes utilizar polvos de talco.
15. Armarios sin humedad
Una de las causas por las que la ropa puede salir de tu armario con mal olor es la humedad. Por ello, es de vital importancia acabar con la humedad en el armario. Un truco casero, muy sencillo, para acabar con ella en colocar en el fondo de los estantes o en los cajones, pequeños trozos de tiza que mantendrán el interior del armario seco. También puedes repartir por el interior del armario bolsitas de tela con granos de arroz.
16. Reparar los arañazos del parquet
Si quieres disimular una pequeña rayada en el suelo de parquet, puedes aplicar una masilla reparadora que puedes elaborar en casa. Para ello, se necesita pasta para madera (compuesta por polvos o harina de madera y resinas sintéticas), betún y cera. La clave es encontrar el tono que más se acerque al del parquet. Aplica la masilla, déjala secar durante al menos 20 minutos y, después, abrillanta la madera frotando con un cepillo suave.
17. Mantener los muebles de bambú como nuevos
Los muebles de bambú, al ser de un material natural, necesitan unos cuidados específicos, sobre todo si son piezas de exterior. Para conservarlos en perfecto estado, lo primero es sacar el polvo de las hendiduras y uniones. Puedes hacerlo con la aspiradora o con un cepillo suave de cerdas largas. Después, humedece el mueble con una esponja empapada en agua y escurrida o con un vaporizador. Deja secar al sol y aplica aceite de linaza o cera para lograr que brillen. Si quieres realizar una limpieza más profunda, mezcla 1 litro de agua con una cucharada de sal. Humedece un cepillo en esta solución y limpia los muebles de bambú. Quedarán perfectos.
18. Fiambreras limpias y sin olores
Si después de lavar los tápers con agua caliente y detergente todavía quedan manchas o malos olores, tenemos algunos trucos para dejarlos como nuevos. Introduce en la fiambrera sal gruesa y vinagre de alcohol (de venta en droguerías) y déjalos tapados 2 horas. A continuación, acláralos bien. También puedes dejarlos un rato llenos de agua tibia con zumo de limón. Finalmente, puedes probar a dejarlos cerrados con papel de periódico dentro.
19. Armarios que huelen bien
Aprovecha el cambio de armario para aplicar algunos trucos para perfumar tu armario que te ayudarán a eliminar los malos olores y a mantener la ropa en mejor estado. Para ahuyentar las polillas, puedes poner clavo de olor entre las prendas, y para eliminar los malos olores deja en los cajones pastillas de jabón envueltas en bolsitas de tela. Guarda las prendas de hilo envueltas en papel de seda para que no amarilleen. Una manera de evitar los olores que desprenden los zapatos, es poner bicarbonato en su interior. Y para que no se deformen, pon papel de periódico en la punta.
20. Revisar la despensa a menudo
Una de las claves para tener la despensa a punto, es revisarla cada dos meses para controlar la caducidad de los alimentos que almacenamos. Los paquetes abiertos (pasta, arroz, harina...) es mejor verterlos en un bote hermético y etiquetarlo con el nombre y la fecha de caducidad. Limpia el armario de la despensa con un estropajo húmedo con unas gotas de lavavajillas, y repasa con una bayeta húmeda con un poco de vinagre que funcionará como un desengrasante natural. Coloca los alimentos a diferentes alturas para que todos queden a la vista.