Algunos trucos de limpieza que hemos oído miles de veces e incluso hemos aplicado en la limpieza de nuestra casa pueden ser falsos. Si los seguimos utilizando en nuestras rutinas de limpieza pueden ser la causa de que los resultados no sean los que esperamos. Son algunas ideas que, a base de repetirlas, todos creemos que son ciertas: como que el vinagre abrillanta el parquet, el papel de periódico limpia los cristales o es mejor limpiar la vitrocerámica en frío. Repasamos todos estos trucos que en realidad no funcionan y te explicamos la manera correcta de limpiar.
1. El vinagre abrillanta el parquet
Todo lo contrario. El vinagre se puede utilizar como limpiador natural en multitud de ocasiones, pero para abrillantar el parquet nunca. En realidad, el vinagre hace perder el brillo natural del parquet. La manera correcta de limpiar suelos de madera es pasar la aspiradora una vez a la semana, utilizar la menor cantidad de agua posible y usar un limpiador específico para madera.
2. La lejía limpia en profundidad
Es una creencia errónea. La lejía, por si sola, sirve para desinfectar pero no para limpiar. La lejía es la mejor elección si lo que queremos es acabar con gérmenes y bacterias, pero no eliminará la suciedad. Para limpiar en profundidad, lo correcto es utilizar agua con jabón o con un detergente específico. De esta manera, tu casa brillará.
3. El papel de periódico limpia los cristales
Es una verdad a medias. Es una opción, pero hay otras maneras de limpiar tus cristales con las que obtendrás mejores resultados. El problema del papel de periódico es que tiene tinta y al mojarse con el limpiacristales suelta esa tinta y ensucia los vidrios. Lo ideal para lograr unos cristales brillantes es usar una bayeta de microfibra o sencillamente papel de cocina.
4. Los detergentes concentrados lavan peor
No es cierto. Los detergentes concentrados lavan igual de bien y, además, al utilizar una menor cantidad de jabón generan menos residuos y los podemos guardar en cualquier sitio. Pensamos que lavan peor porque tenemos la creencia de que cuanto más jabón utilicemos más limpia quedará la ropa. Pero no es verdad. En los detergentes concentrados se eliminan los componentes que dan volumen al detergente pero que no tienen ninguna función limpiadora.
5. Si no hace espuma, no limpia
No necesariamente. La espuma es aire y agua mezclados con el producto y no influye en su capacidad de limpieza. Hay limpiadores muy efectivos que apenas hacen espuma.
6. Si huele a cloro, limpia mejor
No exactamente. Los productos de limpieza que incluyen cloro son buenos desinfectantes. Sin embargo, que huelan a cloro no significa que tengan un mayor poder de limpieza. Solo quiere decir que ese limpiador no incorpora ninguna fragancia. Si te gusta que tu casa huela bien, es mejor optar por productos que incorporen un aroma agradable que creará una mayor sensación de limpieza.
7. Cuánto más jabón, más limpia
Otro falso mito. No es necesario poner más jabón para que la ropa nos quede más limpia. Si utilizamos más jabón del que es necesario y no aumentamos la cantidad de agua para enjuagar bien, lo único que va a pasar es que quedarán restos de jabón y suciedad en la ropa.
8. El perborato no contamina
Falso. El perborato, un blanqueante con oxígeno activo que se utiliza para lavar la ropa, libera boro, una sustancia tóxica para la vida acuática. Es el percarbonato, también con oxígeno activo, el que es un producto natural sin tóxicos. En ocasiones se confunden ambos productos, pero lo más aconsejable es decantarse por el percarbonato sódico, un polvo granulado de color blanco, sin cloro ni fosfatos, respetuoso con el agua y el medio ambiente. Este compuesto natural no daña las superficies ni los tejidos, se puede utilizar incluso con ropa de color, y es un efectivo antimanchas y blanqueante.
9. Para limpiar el suelo, agua caliente
No siempre. Para los suelos de gres o los de piedra, el agua caliente es aconsejable, pero para los de madera no. Es cierto que las manchas resistentes se disuelven mejor con agua caliente, pero si vamos a utilizar un limpiador con una base de lejía mejor utilizar agua fría. La combinación de lejía y agua caliente producirá vapores tóxicos y se reducirá su poder de limpieza.
10. El talco abrillanta los muebles lacados
Para nada. Ni los polvos de talco los abrillantan ni un paño húmero los estropea. La mejor manera de limpiar los muebles lacados es pasar una bayeta de microfibra húmeda y después secar muy bien. Si lo que quieres es sacar brillo al mueble, puedes aplicar glicerina líquida, dejar que el mueble lo absorba y pasar un paño seco que no deje pelusa.
11. La placa de cocción se limpia en frío
No siempre es así. Aunque se aconseja limpiar la placa cuando esté fría, algunas manchas es mejor atacarlas cuando la placa todavía está caliente. Si se te ha caído una sustancia pegajosa sobra la placa de cocción (por ejemplo azúcar) lo mejor es retirarla inmediatamente con una rasqueta. Si esperas a que la vitrocerámica esté fría, la mancha se solidificará, será más difícil eliminarla y correrás el riesgo de rayar la placa.
12. Los refrescos de cola desatascan las tuberías
No es verdad. Lo hemos oído multitud de veces y seguro que en alguna ocasión has tirado por el fregadero los restos de alguna de estas bebidas. Este falso mito se crea porque estos refrescos de cola contienen ácido cítrico y fosfórico que podrían tener algún efecto limpiador. Sin embargo, el azúcar anula este efecto y al quedarse incrustado en las tuberías podría atraer a las bacterias.
13. Hay que encerar la madera a menudo
Un consejo equivocado. Usar cera habitualmente puede acabar dañando el suelo de madera. Para empezar, si es un suelo laminado o barnizado ya está protegido y no tiene poro. Si lo enceramos, crearemos una película donde se pegará el polvo y la suciedad. Para mantener los suelos de madera, lo mejor es utilizar productos específicos realizados por los mismos fabricantes de parquets.
14. El lavavajillas se limpia con los platos
No es verdad. El lavavajillas también se han de limpiar. De hecho, el propio proceso de lavado de los platos y cubiertos deja restos en el lavavajillas que se han de eliminar. Para ello, es necesario limpiar el filtro una vez a la semana para eliminar los restos de comida que podrían producir atascos. También hay que limpiar la puerta y el dosificador del detergente. Es recomendable hacer cada mes un ciclo de lavado a alta temperatura echando 1 taza de vinagre.
15. Sacudir las alfombras para limpiarlas
No lo hagas. Todos tenemos la imagen de una alfombra colgando del balcón y alguien dándole con un sacudidor. Con este gesto solo se consigue deformar la alfombra porque el polvo que se desprende vuelve a depositarse en la alfombra. La mejor manera de limpiar una alfombra es pasar la aspiradora con una potencia alta.