"No, no es amor, lo que tu sientes, se llama obsesión"... ¿Qué mejor manera de empezar este artículo parafraseando una de las canciones más míticas de Romeo Santos? En efecto, tan solo ese verso es perfecto para resumir lo que vamos a tratar en este tema. ¿Estás obsesionada con una persona? ¿O sientes amor? ¿Cuáles son las señales para saber qué es lo que está ocurriendo en tu cabeza y en tu corazón? Para que una relación funciones, es importante tomarse las cosas con calma y evitar según qué conducta si queremos que todo funcione y siga hacia delante. Aquí, te detallamos 10 señales infalibles que no debes dejar pasar por alto.
1. Te pasas todo el día el pensando en él
Cuando nos enamoramos y experimentamos las primeras mariposas en el estómago, es completamente normal que la mayor parte del día pensemos en esa persona especial y estemos deseando volver a verle. Sin embargo, debemos saber cuáles son los límites ya que si no somos capaces de estar ni 10 minutos pensando en qué es lo que está haciendo el chico que nos gusta, puede convertirse en un comportamiento obsesivo que puede marcar nuestro día a día.
2. No te dedicas tiempo a ti misma
Cuando una relación se consolida, la prioridades de ambos comienzan a cambiar. Es ley de vida que os dediquéis más tiempo sobre otras cosas o personas. Pero lo que nunca se debe hacer es anteponer tu bienestar personal, tus ratitos de mimos, tus quedadas con amigas, tus visitas a la familia por tu pareja. Es muy importante dedicarse tiempo a una misma a tus seres querido.
Cuando estamos enamorados, es primordial encontrar tu espacio y los ratos que te dediques a ti deben ser igual o más importantes que los que le dediques a tu pareja.
3. Le espías continuamente en redes sociales
Una de las señales de toxicidad más graves es revisar compulsivamente las publicaciones que tu pareja comparte en redes sociales. Si dedicas tu horas a ver qué comparte tu chico o con quién interactúa, hace mucho que dejó de ser un comportamiento normal y se tornó en compulsivo. Un simple 'like' puede convertirse en un motivo de disputa sin motivo alguno y de inseguridad.
4. Tu autoestima está por los suelos
Según van pasando los meses, vamos conociendo más a fondo a la persona con la que hemos decidido compartir la vida. Pero es aconsejable parar y reflexionar sobre la etapa personal que estamos viviendo. ¿Esta relación saca lo mejor o peor de ti? ¿Estás dando la mejor versión de ti o la peor? ¿Eres feliz o infeliz? ¿Te has convertido en una persona segura o insegura? ¿Discutes por celos sin ningún motivo infundado? Si todas las respuestas anteriores son negativas probablemente tu autoestima se encuentre por los suelos.
Cuando tenemos una relación sana, sin condiciones, sin reproches y que no nos haga ser dependientes, nos encontramos con ganas de seguir creciendo y evolucionando al lado de esa persona. No hay necesidad de generar polémicas y crear problemas de donde no los hay. Aunque las personas más pasionales se entreguen al 100% a la relación, nunca debemos dejar de lado nuestros intereses propios y dejar que la otra persona se convierta en nuestra única prioridad.
5. Tener sentimientos irreales hacia esa persona
Estar en pareja significa querer a esa personas con sus defectos y sus virtudes. Si te niegas en rotundo a ver que la otra persona también tiene aspectos negativos, terminarás endiosándole y creando una versión de él que no corresponde con la realidad. Como consecuencia, nos envolvemos en una relación falsa, llena de engaños de la que es muy difícil salir.
Idealizar a una persona es algo muy grave y te sentirás decepcionada cuando te esperes algo y no lo tengas. Todos cometemos errores y saber corregirlos y actuar a tiempo es una de las características más honorables del ser humanos.
6. Te molesta que no te conteste
Ser el centro de atención y estar en continuo contacto, también es un punto en contra que puede hacer tambalear los cimientos de nuestra relación. Nuestras responsabilidades profesionales y obligaciones diarias provocan que no estemos pendientes del móvil durante el día. Obviamente, si tu novio no te coge el teléfono es porque no puede o esta ocupado atendiendo sus tareas y no podemos pretender que esté las 24 horas pegado al smartphone para hablar. Este es uno de los signos más evidentes de obsesión ya que genera un mal rollo muy difícil de tratar y más si se trata de un comportamiento frecuente.
7. Pierdes tu amor propio
Querer a otra persona y quererse a una misma, no es incompatible. Una relación es cosas de dos y es muy importante remar a favor, sentirse segura al lado de ese chico. Si dejas que se hunda todo lo que habéis construido es inevitable sacar a relucir defectos que no sabíamos ni que existían y es inevitable lanzar durísimos reproches. El amor propio hay que cuidarlo y regarlo para que crezca, como si de una planta se tratase y no debemos dejar que nada ni nadie intente echar por tierra todo lo que hemos conseguido.
8. Te quieres casar con esa persona
Si te sientes liberada al lado de esa persona y deseas pasar por el altar para unir vuestras vidas para siempre, es un pensamiento muy positivo que evidencia que ves un futuro y una estabilidad conyugal. Pero hay que tener cuidado con las intenciones con las que queremos casarnos.
Si te sientes en la obligación de dar el 'sí, quiero' porque piensas que es la única forma de seguir al lado de esa persona, es una actitud compulsiva y te sientes bajo presión y bajo muchos temores porque en el fondo consideras que la persona con la que estás saliendo no es la adecuada para ti.
9. Sientes mariposas en el estómago
No todo va a ser malo en esta lista. Las historias de amor buenas, sin fisuras, sin pensamientos tóxicos existen. Aunque siempre tendemos a idealizar las relaciones de las películas, en la vida real no todo es tan mágico como parece pero el cariño, los gestos, la atención, las palabras, el apoyo, TODO suma. Saber a ciencia cierta si estás con la personas definitiva es imposible de descifrar pero si evitar todo los puntos tratados anteriormente, conseguirás ser feliz plenamente (o al menos lo intentarás).