Todos tenemos cualidades positivas y defectos pero son los defectos, de los demás y los nuestros, los que más contribuyen a que nuestro bienestar emocional se tambalee. Los defectos son esos comportamientos inadecuados o esas actitudes negativas que pueden formar parte de nuestra personalidad o que adquirimos por la educación recibida o nuestras experiencias vitales. Ser capaces de detectar los defectos propios nos ayudará a pulirlos para ser mejores personas y sentirnos más a gusto en nuestra piel. También es importante reconocer las actitudes negativas de los demás para no caer en relaciones tóxicas que nos pueden dañar.
¿Cuáles son los defectos de una persona?
Todas las personas tienen cualidades positivas, o virtudes, que vale la pena potenciar y cualidades negativas o defectos que nos resultan desagradables y nos hacen sentir mal cuando nos relacionamos con los demás. Por ejemplo, todos reconocemos en nuestro entorno laboral o familiar personas envidiosas, intolerantes o egocéntricas con las que es difícil mantener relaciones sanas en las que nadie salga dañado.
¿Cuáles son los principales defectos?
Algunos de los defectos más fáciles de identificar son la envidia, el pesimismo, la deshonestidad, el egocentrismo o la irresponsabilidad. También es fácil que nos encontremos con personas intolerantes, manipuladoras, egoístas o que siempre están malhumoradas.
Para que seas capaz de detectar tus defectos y puedas minimizarlos, y para que te sea más fácil desenmascarar a personas tóxicas y sepas por qué te hacen sentir mal, hemos hecho una lista con los 55 defectos que pueden tener las personas. Algunos sólo son molestos (torpeza, pesimismo, pereza...) pero algunos pueden hacernos la vida imposible (envidia, celos, egocentrismo...). ¿Cuál es el defecto que no soportas?
55 defectos que pueden tener las personas
- Irritabilidad. Es un defecto que dificulta las relaciones sanas entre amigos, compañeros de trabajo e incluso con la pareja. Las personas irritables tiene reacciones airadas y, en ocasiones agresivas, ante cualquier cosa que les molesta. Suelen estar malhumoradas y es difícil tener conversaciones tranquilas con ellas.
- Homofobia. Las personas homófobas tienen prejuicios que les impiden aceptar con normalidad la sexualidad del colectivo LGTBIQ+. Solo reconocen las relaciones heterosexuales y muestran odio e intolerancia hacia las personas que se declaran homosexuales.
- Neuroticismo. Ser neurótico significa que sufres inestabilidad emocional y te resulta complicado controlar y gestionar tus emociones. El neuroticismo suele llevar asociados otros defectos derivados de la dificultad de mantener el equilibrio emocional. Los neuróticos también suelen manifestar ira, ansiedad, envidia, susceptibilidad...
- No tener criterio propio. Algunas personas no son capaces de tener una opinión propia formada sobre un tema, basada en un proceso íntimo de reflexión. Por ello, sus opiniones se basan en lo que piensa la mayoría, en lo que está de moda o en lo que creen que van a opinar los demás.
- Ser maquiavélica. Una persona maquiavélica es capaz de hacer lo que sea necesario para salirse con la suya. Suelen ser capaces de urdir complicidades y acercarse a los demás solo por el interés de lograr lo que se proponen. Su frase de cabecera sería "el fin justifica los medios".
- Egoísmo. Las personas egoístas solo piensan en sí mismas y en satisfacer sus deseos sin importarles las necesidades de los demás. Si no consiguen lo que quieren se sienten frustradas y no dudan en mostrarnos su enfado.
- Irresponsabilidad. Puede ser un defecto muy molesto que afecta a nuestras relaciones personales y profesionales. Rehuir nuestras obligaciones o no cumplir con lo que hemos acordado hace que las personas pierdan su confianza en nosotras.
- Pereza. Está relacionada con la irresponsabilidad, ya que la mayoría de veces no hacemos frente a nuestras obligaciones por pereza. Esa falta de energía o desgana nos impide realizar la tareas a las que nos hemos comprometido en el trabajo o en casa.
- Apatía. La falta de motivación y de interés por las cosas hace que nos volvamos apáticas y no tengamos ganas de realizar ninguna actividad. La apatía nos acabará alejando de nuestros amigos o pareja, que no querrán verse arrastrados por nuestra falta de interés e ilusión por las cosas.
- Orgullo. Es una cualidad que llevada al extremo se acaba convirtiendo en un defecto. Sentirte orgullosa de tus logros o de ti misma es positivo, pero si el orgullo te impide reconocer que te has equivocado o pedir perdón cuando lo situación lo exige, se convierte en un defecto que dificultará tus relaciones personales.
- Soberbia. Las personas que creen estar por encima de los demás, que no son conscientes de sus limitaciones y que tratan al resto con desprecio hacen de la soberbia uno de los defecto más insoportables.
- Arrogancia. Se parece a la soberbia, ya que las personas arrogantes tienden a dar mucha importancia a sus logros y a sus posesiones, de las que presumirán habitualmente. Son todo lo contrario a las personas humildes.
- Pesimismo. Al contrario de las personas optimistas, los pesimistas solo ven el lado negativo de las cosas. Esta actitud afecta a su ánimo y hace que se sientan más tristes y desanimados, y les cueste más afrontar las dificultades del día a día.
- Rencor. Ser incapaz de olvidar una ofensa es un defecto porque nos impide sobreponernos y pasar página cuando alguien nos daña. Vivir acumulando el malestar que nos han generado algunas relaciones nos crea malestar emocional y nos impide alcanzar la serenidad necesaria para ser felices.
- Envidia. Es un defecto que todos hemos experimentado en algún momento, pero las personas que viven anhelando lo que tienen los demás y no valoran lo suyo están condenadas a la insatisfacción y la infelicidad.
- Intransigencia. Consiste en ser incapaz de aceptar el comportamiento o las opiniones de los demás porque consideramos que son incorrectas. Las personas intransigentes nunca están dispuestas a escuchar y comprender las razones de los demás.
- Perfeccionismo. Llevado al extremo, el afán de perfección nos hará sentirnos insatisfechas siempre. Querer hacer las cosas lo mejor posible es positivo, pero si nos ponemos objetivos inalcanzables viviremos con ansiedad y estrés.
- Intolerancia. Es una cualidad negativa que consiste en no aceptar ni respetar otras formas de pensar o de vivir, otras creencias e incluso rechazar a las personas por su origen y por cualquier característica que no cuadra con nuestra manera de ver las cosas.
- Antipatía. La falta de amabilidad y de consideración hacia los demás es un defecto que afecta a nuestras relaciones personales. Contestar mal cuando nos hacen una pregunta en el trabajo, por ejemplo, hace que la gente evite relacionarse con nosotros si puede evitarlo.
- Hipocresía. Decirle a una persona lo contrario de lo que realmente piensas, no con el objetivo de ser amable y no ofenderla, sino con intenciones poca claras y deshonestas.
- Autoritarismo. Las personas autoritarias quieren imponer sus ideas y su manera de hacer las cosas, sin importarles la opinión de los demás ni aceptar que nadie cuestione sus métodos.
- Avaricia. Es el anhelo por acumular cosas materiales y la incapacidad para compartirlas con los demás. Las personas avariciosas siempre quieren más y nunca están satisfechas ni disfrutan de lo que tienen.
- Egolatría. Es el amor desmesurado hacia uno mismo que dificulta tener relaciones sanas con los demás. Los ególatras solo piensan en si mismos y siempre quieren ser el centro de atención.
- Agresividad. Las personas con problemas para controlar la ira tienden a tener reacciones violentas hacia los demás como forma de solucionar los conflictos. Estas reacciones no son aceptadas en sociedades pacíficas que buscan otras formas de resolver las disputas.
- Cinismo. Cuando no nos avergonzamos de que nos descubran en una mentira o reconocemos que hemos tenido un mal comportamiento para obtener un beneficio personal nos estamos comportando como cínicos.
- Celos. La inseguridad es el camino más seguro hacia los celos y uno de los motivos por los que algunas personas desconfían de sus amigos o de sus parejas. Las personas celosas viven con angustia y ansiedad sus relaciones con los demás y suelen tener dificultades para mantener relaciones sanas.
- Racismo. Algunas personas se creen superiores a otras que tiene unos orígenes o rasgos étnicos distintos a los suyos. El racismo puede generar odio e intolerancia hacia los que son distintos y es importante combatirlo para lograr sociedades más justas e igualitarias.
- Sexismo. El machismo, la forma de sexismo más frecuente, considera que el hombre es superior a la mujer e intenta impedir que ambos sexos tengan los mismos derechos y oportunidades.
- Superficialidad. Cuando solo valoramos a las personas por su apariencia y por cosas banales, como el dinero que tienen, solemos establecer relaciones vacías que nos conducen a la infelicidad y a la insatisfacción.
- Consumismo. Si nos dejamos llevar por el deseo de adquirir bienes materiales constantemente y resolvemos nuestras carencias emocionales comprando, nunca nos sentiremos satisfechos y nos volveremos superficiales y egoístas.
- Dependencia. Una de las consecuencias de tener baja autoestima es que podemos caer en la dependencia emocional, es decir, ligar nuestro bienestar a otra persona con la que acabaremos estableciendo una relación tóxica.
- Mentira. Tanto si nos descubren mintiendo como si solo nos mentimos a nosotras mismas, es muy importante ser sinceras con los demás (lo que no significa herirlos) y aceptarnos como somos.
- Cobardía. Es un defecto cuando no nos atrevemos a dar nuestra opinión para defender una causa justa o nos falta el valor para defender a alguien que está siendo atacado injustamente, solamente porque anteponemos nuestro bienestar y nuestra seguridad.
- Deshonestidad. Las personas deshonestas son las que para salirse con la suya o para lograr sus objetivos son capaces de engañar y mentir sin sentir ningún remordimiento.
- Mezquindad. Es un defecto muy parecido al egoísmo, ya que estas personas son incapaces de compartir lo que tienen y nunca se muestran generosas con los demás.
- Tacañería. Convivir con personas tacañas o tener amistad con ellas puede ser desagradable, ya que intentan gastar el mínimo dinero posible aunque dispongan de recursos suficientes para vivir con holgura. Su actitud puede resultar molesta ya que se privan de algunos bienes materiales que harían su vida más agradable y placentera.
- Torpeza. A algunas personas les cuesta realizar bien algunas tareas diarias lo que limita su capacidad y hace difícil su trabajo en equipo. Son personas que suelen hacer las cosas sin prestar demasiada atención al detalle, de cualquier manera y que pueden resultar muy molestas si tenemos que cooperar con ellas.
- Necedad. Ignorar los consejos de los demás cuando te avisan de que te estás equivocando y mantenerte en tus trece, es la manera de actuar de las personas necias. Suelen persistir en sus acciones aunque todo les indique que van a salir mal.
- Indiferencia. Cuando alguien se muestra insensible ante los problemas de los demás y no es capaz de hacer nada para ayudar a un amigo o a un familiar, se está mostrando indiferente a las dificultades que le rodean.
- Chismorrear. Es un defecto muy común, que todos hemos practicado alguna vez, pero que para algunas personas se convierte en su principal actividad. Les encanta comentar la vida de los demás a sus espaldas siempre con malas intenciones.
- Calumniar. Es ir un paso más allá del simple cotilleo. En este caso, se busca hacer daño a otras personas contando mentiras sobre su vida personal con el objetivo de perjudicarlas y desprestigiarlas.
- Deslealtad. Está muy vinculado con la traición, ya que las personas desleales anteponen su propio interés a los compromisos que hayan adquirido con amigos o familiares sin importarles herir sus sentimientos.
- Corruptibilidad. Algunas personas están dispuestas a cometer ilegalidades si con ello obtienen un beneficio personal, aun sabiendo que perjudican a terceros. Pueden desde evadir impuestos a aceptar sobornos, por poner un par de ejemplos.
- Ira. Es un defecto que puede conducir a la violencia y a actitudes que la sociedad condena. Si no se es capaz de controlar los sentimientos, es necesario buscar ayuda para aprender a gestionar la frustración.
- Venganza. Sería otra consecuencia muy negativa de no saber gestionar el dolor que nos pueden causar otras personas.
- Crueldad. Es uno de los defectos más graves, ya que implica hacer daño a otras personas de manera intencionada, sabiendo que vas a generar sufrimiento, sin importarte ni arrepentirte de nada.
- Incompetencia. Es la falta de habilidades para realizar una tarea para la que, en principio, se supone que estás capacitado. Es un defecto muy molesto sobre todo en el ámbito profesional.
- Manipulación. Muchas relaciones tóxicas se basan en este defecto. Las personas manipuladoras retuercen la realidad y utilizan el chantaje emocional para ejercer su poder sobre su pareja o amistades.
- Negación. Con este defecto nos referimos a aquellas personas que no quieren ver sus problemas, que son conscientes de ellos pero prefieren negarlos. Su incapacidad para hacer frente a las dificultades hace que estas se agraven y nunca se solucionen.
- Desorden. Algunas personas son poco cuidadosas con sus cosas y las tienen de cualquier manera, sin ser capaces de mantener una mínima organización. En el peor de los casos, este caos se extiende a su aspecto personal o a su manera de trabajar.
- Mal humor. Todos hemos experimentado lo molesto que es trabajar o convivir con una persona que suele estar de mal humor. Su negatividad es contagiosa y acaba afectando a nuestro estado de ánimo.
- Fanatismo. Creer que tienes la verdad absoluta y que todos los demás están equivocados hace muy difícil tener relaciones enriquecedoras con los demás. El fanatismo sobre cualquier tema (deporte, política...) lleva a reacciones irracionales y, en ocasiones, peligrosas.
- Frivolidad. En pequeñas dosis puede ser un antídoto para los problemas del día a día, pero en exceso es un defecto que nos vuelve indiferentes a los problemas de los demás. Una persona frívola es incapaz de tomarse en serio las dificultades que surgen a su alrededor.
- A la defensiva. Es la manera de expresar la actitud que tienen algunas personas ante las opiniones o los comentarios de los demás. Les cuesta aceptar las críticas y suele tratarse de un problema de comunicación que dificulta sus relaciones con los demás.
- Crítica. Se convierte en un defecto cuando los comentarios críticos solo buscan hacer daño a los demás sin ninguna intención constructiva. En lugar de aportar algo positivo solo intentan hacer sentir mal a la persona que recibe la crítica.