Tratamientos revolucionarios, técnicas de drenaje linfático, exfoliantes, rutinas Skin Care y ahora también, el yoga facial. Demasiadas opciones, y cada vez en mayor medida, que prometen una piel por la que pareciera que nos han pasado los años. Pero, ¿es esta última propuesta, realmente efectiva? ¿En qué consiste el yoga facial y por qué ha irrumpido como una herramienta poderosa en el mundo de la belleza?
El yoga facial ha ganado sobre todo popularidad por ser considerada una forma natural y no invasiva de combatir los signos del envejecimiento. Esta técnica, que consiste en ejercitar los músculos faciales, no solo promete mejorar la textura de la piel y reducir las arrugas, sino también rejuvenecer el rostro. Así, como si de un elixir mágico se tratase.
Sin embargo, ¿realmente funciona? ¿O es solo otro mito de belleza pasajero? La comunidad científica y dermatológica está dividida sobre su eficacia, y hoy vengo a revelarte lo que opinan tanto los que están a favor como los que están en contra, para que puedas tomar una decisión informada.
Dermatólogos a favor y en contra del yoga facial, ¿qué opinan?
La doctora Leire Barrutia, dermatóloga, afirma que si bien los programas de yoga facial o ejercicios faciales pueden ser beneficiosos para la relajación y la reducción del estrés, no tienen la misma efectividad que otros tratamientos convencionales. Explica que estos programas consisten en rutinas de ejercicios durante las cuales se ejercitan los músculos faciales durante 15 a 30 minutos al día. Sin embargo, aunque puede ser una actividad relajante, no parece tener un impacto significativo en la flacidez o en la calidad de la piel.
Por su parte, el dermatólogo Gabriel Aedo, coincide con Barrutia y agrega que el yoga facial promete estimular los músculos, mejorar la oxigenación, favorecer el drenaje linfático y reducir las arrugas y líneas de expresión. Eso sí, tal y como señala, no existe evidencia científica que respalde estas afirmaciones. En lugar de confiar en el yoga facial, el Dr. Aedo aboga por una sólida rutina de cuidado de la piel como la mejor estrategia para combatir los signos del envejecimiento.
Frente a los detractores, encontramos el lado a favor. Junko Ueno, apodada «la Mujer Milagro» en Japón y ganadora del 8.º Grand Prix Miss Japón en la categoría de mujeres de sesenta años, ha desarrollado el método Up después de estudiar la estructura y los músculos faciales, que consiste en un sencillo programa facial de yoga diseñado para estimular los músculos faciales y conseguir una apariencia firme y juvenil a cualquier edad. Explica que dedicar 10 minutos al día al cuidado de nuestro cuerpo y rostro es fundamental para prevenir el envejecimiento prematuro, y que este programa puede ser la solución para fortalecer y tonificar los músculos faciales, aumentando el flujo sanguíneo y promoviendo la producción de colágeno.
Pero, ¿es suficiente? Puede ser que para algunas pieles no, porque aunque esta rutina de ejercicios ha ganado muchos elogios por su simplicidad y resultados, haría falta dedicarle algo más de tiempo para su completa eficacia, como ha revelado un estudio llevado a cabo por la Universidad de Northwestern, que respalda que una rutina diaria de 30 minutos de yoga facial puede mejorar la apariencia física de mujeres entre 40 y 65 años, lo que demuestra que sí podría ser una herramienta antienvejecimiento muy eficaz si se practica de forma constante.
¿Qué beneficios puede tener en caso de que decidas practicarlo?
Como menciona también en su canal de YouTube la Dr. Leire Barrutia, no hay nada malo por probar el yoga facial, ya que, aunque ella no lo recomienda como un tratamiento que con seguridad corregirá la flacidez y mejorará el aspecto de la piel, cada una reacciona de cierta forma y sí puede tener beneficios a largo plazo.
La Dra. Fernandez Guarino, de la clínica Madriderma, destaca los beneficios del yoga facial como una alternativa natural para mejorar la tonicidad y la textura de la piel. Según ella, estos ejercicios estimulan la circulación sanguínea y promueven la producción de colágeno y elastina, dos elementos clave para una piel joven y radiante.
Además, es una técnica que puede reducir las arrugas, regular la expresión facial, tratar las cicatrices del acné, fortalecer y tonificar los músculos faciales y estimular el sistema linfático, favoreciendo la eliminación de toxinas y reduciendo la hinchazón y las ojeras.
Te doy el paso a paso para hacer tu propia rutina de yoga facial en casa
El yoga facial no está estandarizado, es decir, hay varias rutinas de ejercicios dependiendo de su instructor. Pero tranquila, porque he analizado el método Up de Junko Ueno, una rutina de yoga facial que ha ganado muchos adeptos y ya practican muchas de sus seguidoras, y se basa en una serie de ejercicios simples pero efectivos que se centran en las distintas áreas del rostro como la frente, los pómulos, la boca y el cuello, y que podría promover un aspecto rejuvenecido y radiante sin necesidad de intervenciones o tratamientos costosos.
- Reducción de arrugas en la frente. Coloca los dedos índice sobre cada ceja y presiona suavemente hacia abajo mientras intentas levantar las cejas. Mantén esta posición durante 5 segundos y repite 10 veces.
- Sonrisa amplia. Sonríe mientras levantas las comisuras de los labios hacia las orejas. Mantén esta expresión durante 10 segundos y relaja. Repite 10 veces.
- Estiramiento de cuello y reducción de papada. Inclina la cabeza hacia atrás y presiona la lengua contra el paladar superior durante 10 segundos. Relájala y repite 5 veces.
- Ejercicios de rostro completo. Utiliza movimientos circulares para masajear suavemente el rostro con las yemas de los dedos centrándote en áreas propensas a la tensión, como la mandíbula y las sienes.
- Ejercicios para las cejas. Coloca los dedos índices en las esquinas interiores de las cejas y los dedos medios en las esquinas exteriores. Levanta suavemente las cejas mientras aplicas presión con los dedos. Presiona durante 10 segundos, relájate y repite este ejercicio 10 veces.
- Ejercicios para las mejillas. Sonríe ampliamente y mantén la posición durante unos segundos. Luego, frunce los labios como si fueras a besar a alguien durante unos segundos. Repítelo 10 veces.
Realizando estos ejercicios de forma consistente, junto con una adecuada rutina de cuidado de la piel, el yoga facial o el método Up puede convertirse en tu mejor aliado para mantener un rostro joven y radiante, aunque como ya te he contado la evidencia científica que avala su eficacia para combatir la flacidez y mejorar significativamente la calidad de la piel es limitada. Pero, ¿qué hay de malo en probarlo? Lo que sí te aseguro es que, sea más o menos efectivo para tu piel, ¡te sentirás mucho más relajada después de cada sesión!
Te dejo una guía básica para que tu rutina sea más efectiva
Aunque los ejercicios pueden parecer simples y fáciles, antes de practicar el yoga facial o cualquier otra rutina de Skin Care es fundamental contar con una guía básica que te prepare de base, así como saber cuánto tiempo debes dedicar a cada sesión y con qué frecuencia.
- Preparación. No vale de nada el yoga facial, así como cualquier ejercicio antiage, sin el rostro limpio e hidratado. Comienza por lavarlo con un limpiador suave y aplica un poco de crema hidratante para asegurarte de que tu piel esté limpia y bien humectada antes de comenzar.
- Calentamiento. Antes de comenzar los ejercicios faciales, al igual que harías con un entrenamiento de yoga corporal, debes realizar algunos movimientos suaves de calentamiento para relajar los músculos faciales. Esto puede ser, por ejemplo, masajear suavemente tu rostro con las yemas de los dedos o realizar movimientos circulares con la mandíbula.
- Respiración. Aunque parezca una tontería, la respiración durante el ejercicio es fundamental, ya sea en una rutina de yoga facial como en una clase de pilates o de spinning. Durante la práctica del yoga facial, concéntrate en tu respiración y trata de mantenerla profunda y constante. Esto te ayudará a relajar los músculos faciales y promover una mayor circulación sanguínea.
- Relajación. Después de completar los ejercicios faciales, tómate un momento para relajarte y disfrutar de la sensación de bienestar en tu rostro. Puedes cerrar los ojos y respirar profundamente durante unos minutos para ayudar a calmar no solo tu rostro, sino también tu mente y cuerpo.
¿Cuánto tiempo debería durar una sesión y con qué frecuencia tendrías que practicarlo?
Aunque hay expertos y estudios que respaldan que con 10-15 minutos de yoga facial al día es suficiente, yo te recomiendo que, si puedes, dediques al menos media hora pero lo hagas durante menos días. De todos modos, si no tienes mucho tiempo tampoco pasa nada, incluso realizar solo unos pocos minutos de ejercicios faciales puede ser beneficioso.
Puedes practicar yoga facial tantas veces a la semana como quieras, pero se recomienda ser consistente (y paciente) para obtener resultados visibles a largo plazo. Si eres nueva en el yoga facial, con que hagas 2-3 sesiones por semana para empezar te irá de sobra, siempre hay tiempo de aumentar gradualmente las sesiones según tu tiempo, objetivos o necesidades.
Recuerda que la clave del éxito con el yoga facial radica en la consistencia y la paciencia. No esperes ver resultados instantáneos, ya que los cambios en la piel suelen llevar mucho tiempo. Pero si nunca empiezas, está claro que jamás podrás notar mejoría, ¿verdad? Así que, haya más o menos expertos a favor o en contra, una nunca sabe lo que puede venirle bien hasta que lo prueba. Te garantizo que mal no te hará, y puede que te guste incluso más que otras rutinas que hayas probado antes. ¿Qué tal si empiezas hoy?